Ilis
Participativ@
BASTA YA
¿Que pasa con los hombres casados que no se atreven a unirse para reclamar sus derechos historicos?
Como que parece que lo de hacerles más facil sus trabajos de limpieza o, como elejir donde vivir no ha dado los frutos esperados, prima encontrar algo que les haga relevarse contra la tiranía. Buscando, buscando, encontré que ellas afirman que a los hombres se les gana por el estomago y, pensando pensando, llegue a la conclusión de que si estas armas son balidas en esta guerra, nosotros también podiamos utilizarlas, por lo que paso a daros directrices sobre el tema.
La cocina del soltero sólo tiene un secreto: que no te importe el sabor que tenga. Si lo conseguis, todo irá sobre ruedas. Esto es lo único en que se debe parecer un casado a un monje budista. Los monjes mendicantes tienen que comer todo lo que les caiga en el cuenco sin sentir asco ni placer. Así se demuestra que han superado el deseo. Cuentan que a un monje le cayó una vez en el cuenco el dedo de un leproso. El monje se lo comió y al punto tuvo una iluminación. Y la iluminación que tuvo fue: "NO ESTA TAN MAL COMER DE CONGELADOS, SOBRE TODO SI TE ACUERDAS DE QUITARLE EL PLASTICO AL EMBASE"
Este es todo el misterio que tiene. Por lo demás, solo hay que limitar los destrozos, y para eso suele bastar un buen bote de catsup o un poco de sal de frutas.
No se puede negar, sin embargo, que la cocina del soltero tiene sus riesgos. Dos de los más graves son el envenenamiento y la inanición. Pero no son nada comparados con los estragos de la gastronomía. No te intereses nunca por la preparación de las comidas. El mundo no necesita otro cocinillas. El espectáculo de un hombre de pelo en pecho disertando sobre la albahaca en polvo repugna a cualquier persona con un poco de sensiblidad. Tus amigos preferirán la muerte, y no digamos ya un restaurante, antes que verte como un loco en tu cocina echando nueces a la fabada y haciendo un amasijo asqueroso con la lechuga.
¿Que hubiera sucedido si el hombre del paleolitico se hubiera pasado todo el día en su cueva asando chuletas de mamut a la brasa (vuelta y vuelta)? Las mujeres habrían tenido que salir a cazar el mamut, y ya sabeis como son las mujeres. En vez de despeñar al bicho por un acantilado, se habrian llevado a su mamucito a un establo primitivo, le habrían echado las sobras de la comida y luego lo habrían lavado y le habrían puesto lacitos de cuero en el pelo. Y la próxima vez que hubierais querido hacer chuletas de mamut a la brasa, vuelta y vuelta, las mujeres habrían chillado "¿MATAR A CUQUI? ¿ES QUE NO TIENES CORAZON?", y se habrían echado a llorar.
Además, si fueras cocinero, ya te habrías dado cuenta. Llevarías siempre puesto uno de esos gorros tan raros.
Guisar es un asunto complicado. No se pone uno de repente a guisar una noche porque estás harto del jamón de York. Seguro que también estais hartos de ir al dentista y no agarrais la Black & Decker y un poco de Aguaplast para arreglarte las muelas delante del espejo del baño.
Y recordad dos puntos importantes:
1.- Para ella, jamás estará rico nada de lo que guiseis.
2.- No lo digo en broma.
Para terminar FELICES FIESTAS Y MEJOR AÑO para todos vosotros y para ellas ...........¡¡AL ENEMIGOOOOOO NI AGUAAAAAAA!!
AY, AY, AY, AY, AY, VALE, VALE CARIÑO, LO QUE TU DIGAS, FELICES FIESTAS TAMBIEN PARA ELLAAAAAAAAAAAS.
Por la vida, Ilis
¿Que pasa con los hombres casados que no se atreven a unirse para reclamar sus derechos historicos?
Como que parece que lo de hacerles más facil sus trabajos de limpieza o, como elejir donde vivir no ha dado los frutos esperados, prima encontrar algo que les haga relevarse contra la tiranía. Buscando, buscando, encontré que ellas afirman que a los hombres se les gana por el estomago y, pensando pensando, llegue a la conclusión de que si estas armas son balidas en esta guerra, nosotros también podiamos utilizarlas, por lo que paso a daros directrices sobre el tema.
La cocina del soltero sólo tiene un secreto: que no te importe el sabor que tenga. Si lo conseguis, todo irá sobre ruedas. Esto es lo único en que se debe parecer un casado a un monje budista. Los monjes mendicantes tienen que comer todo lo que les caiga en el cuenco sin sentir asco ni placer. Así se demuestra que han superado el deseo. Cuentan que a un monje le cayó una vez en el cuenco el dedo de un leproso. El monje se lo comió y al punto tuvo una iluminación. Y la iluminación que tuvo fue: "NO ESTA TAN MAL COMER DE CONGELADOS, SOBRE TODO SI TE ACUERDAS DE QUITARLE EL PLASTICO AL EMBASE"
Este es todo el misterio que tiene. Por lo demás, solo hay que limitar los destrozos, y para eso suele bastar un buen bote de catsup o un poco de sal de frutas.
No se puede negar, sin embargo, que la cocina del soltero tiene sus riesgos. Dos de los más graves son el envenenamiento y la inanición. Pero no son nada comparados con los estragos de la gastronomía. No te intereses nunca por la preparación de las comidas. El mundo no necesita otro cocinillas. El espectáculo de un hombre de pelo en pecho disertando sobre la albahaca en polvo repugna a cualquier persona con un poco de sensiblidad. Tus amigos preferirán la muerte, y no digamos ya un restaurante, antes que verte como un loco en tu cocina echando nueces a la fabada y haciendo un amasijo asqueroso con la lechuga.
¿Que hubiera sucedido si el hombre del paleolitico se hubiera pasado todo el día en su cueva asando chuletas de mamut a la brasa (vuelta y vuelta)? Las mujeres habrían tenido que salir a cazar el mamut, y ya sabeis como son las mujeres. En vez de despeñar al bicho por un acantilado, se habrian llevado a su mamucito a un establo primitivo, le habrían echado las sobras de la comida y luego lo habrían lavado y le habrían puesto lacitos de cuero en el pelo. Y la próxima vez que hubierais querido hacer chuletas de mamut a la brasa, vuelta y vuelta, las mujeres habrían chillado "¿MATAR A CUQUI? ¿ES QUE NO TIENES CORAZON?", y se habrían echado a llorar.
Además, si fueras cocinero, ya te habrías dado cuenta. Llevarías siempre puesto uno de esos gorros tan raros.
Guisar es un asunto complicado. No se pone uno de repente a guisar una noche porque estás harto del jamón de York. Seguro que también estais hartos de ir al dentista y no agarrais la Black & Decker y un poco de Aguaplast para arreglarte las muelas delante del espejo del baño.
Y recordad dos puntos importantes:
1.- Para ella, jamás estará rico nada de lo que guiseis.
2.- No lo digo en broma.
Para terminar FELICES FIESTAS Y MEJOR AÑO para todos vosotros y para ellas ...........¡¡AL ENEMIGOOOOOO NI AGUAAAAAAA!!
AY, AY, AY, AY, AY, VALE, VALE CARIÑO, LO QUE TU DIGAS, FELICES FIESTAS TAMBIEN PARA ELLAAAAAAAAAAAS.
Por la vida, Ilis
:director: 
