TITO
hablador
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No se trata de un relato sino más bien de notas de viaje tomadas a vuela pluma acompañadas de fotos en forma de resumen diario, aparte cada vez estoy más convencido de que los relatos sobre viajes pasados pueden servir algo para planificar pero son más aprovechables en realidad para aprender de los errores que de una u otra forma han ido teniendo quienes los han hecho, o de los trucos e ideas puestas en práctica por viajeros con más experiencia, normalmente esa es la mejor enseñanza que saco cuando leo algún viaje ya realizado.
La mezquita Azul
Algunas cosas o sitios de estas notas llevan enlace a Wikipedia pulsando sobre la misma palabra que saldrá en un color diferente.
A modo de introducción este mini diario comienza en el día posterior a nuestra llegada, el viaje es de este mes de Octubre...
SEIS DÍAS EN ESTAMBUL.
Nuestro alojamiento en Estambul tiene un nombre tan evocativo como es "Saray", en turco 'palacio', su situación nos permite disfrutar durante el desayuno con la vista de la gran mezquita Beyazit que se encuentra enfrente desde la terraza superior del hotel, sin ninguna duda Beyazit Camii va a ser el monumento imperial otomano que mejor vamos a conocer en su exterior, compartido a diario al tiempo de un cafe o un té turco y acompañado en mi caso de forma invariable con unos pastelillos de Baklava
Interior mezquita Beyazit
Día 1
Habíamos llegamos a primeras horas de la tarde al aeropuerto internacional Atatürk de Estambul, donde una vez obtenidos los visados de entrada en el mismo aeropuerto, 15 € por cabeza a esta fecha, y después de pasar el control de pasaportes tomamos un taxi para ir directamente al hotel, y aquí es donde empieza ya el sabor de la aventura, los taxistas turcos deben llevar grabado a fuego en la frente que sus llamativos taxis amarillos tienen que llegar antes que nadie a donde sea que vayan, aparte de que el tráfico en muchas zonas de Estambul es caótico,
en este pequeño recorrido de unos 20 km. vimos saltar a la torera toda la normativa de tráfico turca, si es que alguna vez la hubo..., al principio pensamos que habíamos dado con el taxista más rápido y más chiflado de Estambul pero después hemos comprobado que salvo alguna excepción es la norma, podríamos haberlo hecho también en autobús, o en metro desde el mismo aeropuerto con transbordo a la línea de tranvía en las estaciones de Zeytinburnu o en Aksaray pero es mucho más ¡¡¡rápido!!! en taxi.
En el tiempo que nos quedaba de la tarde nos encaminamos hacia el Gran Bazar que teníamos a menos de cinco minutos del hotel para comenzar así a deambular por el viejo Estambul,
luego nos encaminamos en dirección a los muelles de Eminou y puente Gálata al que llegamos cuando anochecía, muy típicos los barquitos que están en el muelle vendiendo bocatas de pescado a la plancha por unas pocas liras turcas,
los bocadillos se pueden comer allí mismo en unos taburetes y mesas bajas preparadas al efecto,
aunque para cenar fuimos a uno de los múltiples locales que se alinean a ambos lados a lo largo del mismo puente Galata por su parte inferior,
escogimos al azar una mesa un poco alejada de la barandilla que tiene vista hacia las aguas del Cuerno de Oro y sin saberlo acertamos porque arriba todo el puente está repleto de pescadores que continuamente están lanzando las cañas con lo que no es tan difícil que los anzuelos revoloteen por las cabezas de los comensales que están abajo en primera línea,
dado el sitio casi era obligado incluir algún pescado en el menú mientras de cuando en cuando veíamos subir y pasar casi rozando los platos de las primeras mesas algún pez recién pescao por los de arriba del puente o también, cosa insólita, lo fácil que es pescar allí a un camarero, pues nada, no haces más que llegar y ya entras en la "salsa" de un mundo muy diferente...
Impresionante el tráfico fluvial que hay en la entrada al Golden Horn.
Recomendación:
Pensando en los primeros gastos habíamos cambiado unos pocos euros por liras turcas en una oficina del aeropuerto de Barajas, en realidad no es necesario porque el primer pago es el visado de entrada que además de en liras turcas se puede efectuar en euros o en dólares, luego allí se puede cambiar en las oficinas del aeropuerto en Estambul, mejor dentro en las que hay en la zona de embarque donde están las tiendas Tax Free porque allí no hay comisión mientras en las oficinas de afuera en el vestíbulo con un cambio parecido sí que llevan comisión. El cambio en el aeropuerto de Barajas fue de 1,98 por euro cuando en Estambul era fácil cambiar a 2,30 liras turcas por euro, con esto no hace falta añadir más.
Según vimos el precio medio en taxi del trayecto desde el aeropuerto a Estambul o viceversa es de 20 €, en metro más tranvía por cuatro que íbamos habrían sido al cambio algo más de 10 euros en total .
Los días restantes los iré subiendo según pueda, a ratos, porque se lleva tiempo...
No se trata de un relato sino más bien de notas de viaje tomadas a vuela pluma acompañadas de fotos en forma de resumen diario, aparte cada vez estoy más convencido de que los relatos sobre viajes pasados pueden servir algo para planificar pero son más aprovechables en realidad para aprender de los errores que de una u otra forma han ido teniendo quienes los han hecho, o de los trucos e ideas puestas en práctica por viajeros con más experiencia, normalmente esa es la mejor enseñanza que saco cuando leo algún viaje ya realizado.
La mezquita Azul
Algunas cosas o sitios de estas notas llevan enlace a Wikipedia pulsando sobre la misma palabra que saldrá en un color diferente.
A modo de introducción este mini diario comienza en el día posterior a nuestra llegada, el viaje es de este mes de Octubre...
SEIS DÍAS EN ESTAMBUL.
Nuestro alojamiento en Estambul tiene un nombre tan evocativo como es "Saray", en turco 'palacio', su situación nos permite disfrutar durante el desayuno con la vista de la gran mezquita Beyazit que se encuentra enfrente desde la terraza superior del hotel, sin ninguna duda Beyazit Camii va a ser el monumento imperial otomano que mejor vamos a conocer en su exterior, compartido a diario al tiempo de un cafe o un té turco y acompañado en mi caso de forma invariable con unos pastelillos de Baklava
Interior mezquita Beyazit
Día 1
Habíamos llegamos a primeras horas de la tarde al aeropuerto internacional Atatürk de Estambul, donde una vez obtenidos los visados de entrada en el mismo aeropuerto, 15 € por cabeza a esta fecha, y después de pasar el control de pasaportes tomamos un taxi para ir directamente al hotel, y aquí es donde empieza ya el sabor de la aventura, los taxistas turcos deben llevar grabado a fuego en la frente que sus llamativos taxis amarillos tienen que llegar antes que nadie a donde sea que vayan, aparte de que el tráfico en muchas zonas de Estambul es caótico,
en este pequeño recorrido de unos 20 km. vimos saltar a la torera toda la normativa de tráfico turca, si es que alguna vez la hubo..., al principio pensamos que habíamos dado con el taxista más rápido y más chiflado de Estambul pero después hemos comprobado que salvo alguna excepción es la norma, podríamos haberlo hecho también en autobús, o en metro desde el mismo aeropuerto con transbordo a la línea de tranvía en las estaciones de Zeytinburnu o en Aksaray pero es mucho más ¡¡¡rápido!!! en taxi.
En el tiempo que nos quedaba de la tarde nos encaminamos hacia el Gran Bazar que teníamos a menos de cinco minutos del hotel para comenzar así a deambular por el viejo Estambul,
luego nos encaminamos en dirección a los muelles de Eminou y puente Gálata al que llegamos cuando anochecía, muy típicos los barquitos que están en el muelle vendiendo bocatas de pescado a la plancha por unas pocas liras turcas,
los bocadillos se pueden comer allí mismo en unos taburetes y mesas bajas preparadas al efecto,
aunque para cenar fuimos a uno de los múltiples locales que se alinean a ambos lados a lo largo del mismo puente Galata por su parte inferior,
escogimos al azar una mesa un poco alejada de la barandilla que tiene vista hacia las aguas del Cuerno de Oro y sin saberlo acertamos porque arriba todo el puente está repleto de pescadores que continuamente están lanzando las cañas con lo que no es tan difícil que los anzuelos revoloteen por las cabezas de los comensales que están abajo en primera línea,
dado el sitio casi era obligado incluir algún pescado en el menú mientras de cuando en cuando veíamos subir y pasar casi rozando los platos de las primeras mesas algún pez recién pescao por los de arriba del puente o también, cosa insólita, lo fácil que es pescar allí a un camarero, pues nada, no haces más que llegar y ya entras en la "salsa" de un mundo muy diferente...
Impresionante el tráfico fluvial que hay en la entrada al Golden Horn.
Recomendación:
Pensando en los primeros gastos habíamos cambiado unos pocos euros por liras turcas en una oficina del aeropuerto de Barajas, en realidad no es necesario porque el primer pago es el visado de entrada que además de en liras turcas se puede efectuar en euros o en dólares, luego allí se puede cambiar en las oficinas del aeropuerto en Estambul, mejor dentro en las que hay en la zona de embarque donde están las tiendas Tax Free porque allí no hay comisión mientras en las oficinas de afuera en el vestíbulo con un cambio parecido sí que llevan comisión. El cambio en el aeropuerto de Barajas fue de 1,98 por euro cuando en Estambul era fácil cambiar a 2,30 liras turcas por euro, con esto no hace falta añadir más.
Según vimos el precio medio en taxi del trayecto desde el aeropuerto a Estambul o viceversa es de 20 €, en metro más tranvía por cuatro que íbamos habrían sido al cambio algo más de 10 euros en total .
Los días restantes los iré subiendo según pueda, a ratos, porque se lleva tiempo...