Estimados foreros… No deberíamos entrar en polémicas estériles que desgastan una barbaridad. ¿Para qué? Seguramente los profesionales hacen lo que pueden y en todo caso no se conducen mucho mejor que lo que lo hacemos nosotros, los particulares, cuando vendemos nuestros vehículos. Por eso, lo mejor es adquirir una caravana a cualquiera de nuestros colegas campistas. Nunca fallas. Entras en cualquier página del mercado de ocasión y encuentras verdaderas gangas (ocasiones). Yo acabo de entrar en una de las más famosas y me he encontrado con estas ofertas maravillosas:
(Reproduzco casi textualmente lo que allí se expone)
Una caravana Caravelair Antares de Luxe, el primer anuncio que me encontré, matriculada el 06/08, te la venden por 15.000 euros, cuando el precio “en nuevo”, a estrenar, está entre 9.000 y 10.000 euros. ¿Qué más quieres?
Por supuesto la crisis nos achucha a todos y provoca entre los vendedores algunas extrañezas, tal vez por eso las rebajas en el precio de las caravanas usadas son también extrañas… Una caravana que valía “antes de la crisis” 13.000 euros te la dejan ahora en 12.900 euros. Creo que no se llega ni siquiera al 1 % de descuento...
No os preocupéis por el producto: estados, acabados, calidades o seguridades… Todas las caravanas están en perfecto estado, estupendas "por dentro y por fuera", con dos tres salidas, no más, y apenas se han utilizado, aunque sean anteriores al año 2000.
Aunque se trata de caravanas “con algunos años”, sin embargo todas ellas están muy bien conservadas, porque todas han estado siempre recogidas bajo techo, tienen todos los permisos en regla (¿?) y disponen del seguro para poder circular por carretera…
En esto del seguro los ofertantes no se ponen de acuerdo, pues mientras algunos nos ofrecen su caravana con seguro “hasta septiembre” otros nos proponen la ventaja de que la suya, una Moncayo del 92, no necesita seguro para viajar y además es muy ligera.
Los equipamientos y complementos son todos acordes con el estado del vehículo o incluso muy por encima. El avance de invierno está sin desembalar o sin estrenar en casi todos los casos. El caravanstone, sin usar. El toldo, solamente se ha utilizado en dos veranos…
Alguna caravana (del 91) es muy estable por tener doble eje y además debe ser un chollo, pues con sus 1100 kg, ni siquiera está matriculada ya que siempre estuvo fija en la parcela del camping…
Otra caravana es antigua (yo diría, por lo que se ve en la imagen, que muy antigua) pero a pesar de su antigüedad es muy ligera y por tanto ideal para viajar aunque ni siquiera lleva estabilizador…
Finalmente, amigos, yo estoy convencido que esto del campismo es pura ficción: Nadie cocina en los vehículos, nadie circula con ellos, todos tienen las ruedas nuevas o impecables (incluso las de repuesto), nadie ha comprado nunca de segunda mano, con lo cual, no existen las terceras manos o cuartas o quintas… (Pese a que como dice el refrán no hay quinto malo).
Y por último, lo mejor de todo, nadie ofrece una garantía de nada, ni seguridad, ni confianza, ni documento o palabra de honor… Ni siquiera las casas de los profesionales que se anuncian. ¡Joer qué tropa!
Pues nada, saludos a la buena gente...