Yo no sé que decir que no se haya dicho ya.
Me gustaría poder dar calor a esa familia que está pasando por tan amargo trago.
Me gustaría abrazar a Jose Ignacio, a Carmen, animar a Carlos y a Daniel.
Me gustaría hacer que este momento pase rápido, sea un mal sueño, no existiese nunca. No haya existido nunca para ninguno de nuestros seres queridos que ya no están con nosotros.
Me gustaría hacer todo eso, pero no puedo. NO PUEDO.
Sólo puedo abrazaros vitualmente, mandaros todos los ánimos de que somos capaces y dedicaros, mi familia y yo, una oración por tu padre.
Un fuerte abrazo, compañero, amigo.