Pueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeees:
Esto ya lo propuso Papi2 cuando el desastre del Alto Tajo. Reforestar rerquiere algo más que la voluntad. Los voluntarios que vinieron a Galicia con una funda y unos guantes, hicieron una buenísina labor, de limpieza, hasta que quienes todos sabemos se percataron de que los voluntarios veían demasiado y luego contaban la verdad de lo que presenciaron; y de que era un negocio contratar a empresas amigas... vamos, algo así como una OPA hostil al voluntariado.
Reforestar no es limpiar, sino una labor técnica que, además de la mano de obra (que nosotros aportaríamos de forma voluntaria y altruista), precisa de la materia prima que serían las especies arbóreas autóctonas a plantar y de la fauna no menos autóctona a repoblar, y de una continuidad en la tarea que pocos de nosotros aportaríamos, por razones evidentes: disponibilidad de tiempo para los que curran, y para los jubilados, capacidad física para tal tarea que, vaya por delante, es bastante dura.
Mi casa está rodeada de hectáreas calcinadas. No tengo pues que ir lejos a echar una mano... como tampoco para combatir el fuego, cuando ardieron los pinares. Pero sí que iría, incluso al Alto Tajo, a dar testimonio de mi protesta y de mi sentimiento por las personas fallecidas. Eso sí.
Con todo, estos días atrás tuve por aquí a Pablo, que es un muchacho joven, hijo de Sevilla. Lo llevé a recorrer el Cañón del Sil y "entré" con el coche por algunos caminos de carro (mi coche es un C-2, no un TT pero camina casi igual) para enseñarle, por dentro, cómo queda un bosque tras ser arrasado por el fuego. Y, visto todo ese paisaje, tuve ocasión de enseñarle muchísimas más hectáreas de bosques de pinos, de castaños, de carballos que, aun, los cabrones incendiarios, no han logrado quemar. Parece increible, pero Galicia es, fundamentalmente, verde, porque verdes son sus bosques y sus montes. Si el último dato es aterrador: Se quemaron 6.000 kms cuadrados en los últimos 16 años (la superficie equivalente a la provincia de Pontevedra y el tiempo que duró el gobierno Fraga que prometió acabar con los incendios forestales) sin que se decretara estado catastrófico ni se armase el ruido político del Alto Tajo, ni ayudas especiales ni nada de eso, resulta alentador que, pese a todo este crimen ecológico y las muertes, Galicia siga teniendo miles de hectáreas de bosque.
Los próximos 24 y 25, en el camping Cañón del Sil, el club campista de Ourense tiene prevista una acampada, y supongo que será abierta a todos los campistas que quieran acudir... entre otras cosas, porque el camping está abierto para todos. Es un bonito emplazamiento para disfrutar de la Ribeira Sacra y de los imponentes acantilados del Cañón del Sil. Disfrutarlo, siquiera sea un fin de semana, es algo que hoy, en este Otoño que comienza, podemos hacer. Mañana, igual lo arrasan.
Cordiales saludos.