popular es una pasada los paisajes que tiene, alucino con la
belleza, es enorme tanta agua que va entrando en la tierra
llevamos mas de 50 Km con un paisaje que es una maravilla, tanta
quietud algo único porque a la vez es un paisaje orgulloso tal vez
es por eso, porque se sabe único. Se ven alguna que otra casita de
pescadores, barquitas, algún secadero de bacalao tan auténtico de
aquí, otra vez se nos cruza un reno por medio de la carretera y
seguido una manada, algunos están al lado del agua, a las 17’30
cruzamos el túnel que nos pasará a la isla de Mageroya que
traducido seria (isla del fin del mundo ) con tres Km de bajada del
10 % dos Km recto y tres Km mas de pendiente de subida del 10%
salimos a la superficie con un día soleado el paisaje sigue precioso,
Honningsvag espectacular las casitas son guapísimas aquí es como
si el tiempo se detuviera, es una pasada y poco antes de llegar a
Cabo Norte subiendo a la plataforma nos sumergimos en una
espesa niebla, llegamos a la cima de Europa, emocionante,
pensando todo lo que habíamos hecho hasta el momento nos servia
para disfrutar de estos momentos casi únicos .
No nos decepcionó que no hiciera sol pues al leer tantos
relatos casi nos lo esperábamos, pero teníamos la esperanza de
que mas tarde el tiempo se abriera, lo cual no se produjo y no
pudimos ver ni el sol de media noche ni el del medio día.
Salimos del coche y lo primero que hice fue darle un beso a
una piedra que estaba incrustada en el suelo como saludando
cariñosamente a este confín tan deseado por mi, a continuación nos
cogimos ropa de abrigo porque hacia un frío de miedo y un viento
helado, y una niebla que no se vía ni a un palmo, vamos primero
a la bola del mundo para hacernos las fotos de rigor y construir
una torre de piedras para tener suerte, no está permitido pero todo
el mundo lo hace, nadie parece creer en esas cosas pero “por si
acaso”, como hace tanto frío nos cobijamos en el interior del recinto
donde hay : restaurante, tiendas de recuerdos, el puesto de
correos, museo, sala de proyecciones donde vimos un documental
de Cabo Norte muy bonito, una gruta que llega hasta el mirador
con el bar muy bien decorado, e iluminado con velas y un gran
ventanal orientado al norte que los días que está claro se puede ver
el sol de media noche sin pasar frío y sentado en una de las mesas
con una copa de cava y caviar si el bolsillo te lo permite .
