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Lunes 23 de agosto de 2010
De nuevo un desayuno de antología y camino de Combarro, una
pequeña y preciosa localidad a solo siete kilómetros de
Pontevedra.
Aparcamos en la avenida del puerto, sin problemas, e iniciamos
la visita al casco antiguo del pueblo, un encanto, hórreos y
cruceiros por todas partes, la Iglesia parroquial y la casa de la
Biblioteca municipal que antaño fue casa ayuntamiento, con una
balconada típica que servía de solárium.
Infinitas tiendas de recuerdos y regalos y restaurantes
ofreciendo cocina gallega de alta calidad.
Desde luego Galicia y en este caso la provincia de Pontevedra
nos está dejando un sabor de boca muy agradable, pena que los
días sean pocos y que la bruma nos haya jugado de mala manera y
nos haya privado de unas vistas que se intuyen de verdadero
escándalo, pero tiempo habrá que jóvenes somos y nadie se va a
llevar Galicia; Pero tengo que decir que de lo poco que hemos
visto Combarro es el rincón con más encanto que yo haya
descubierto en estas tierras gallegas.