DIA 2
Continuamos por carreteras horribles que no llegan a ser tan
espantosas como las de San Peter a Moscú, la lluvia arrecia y
encontramos gente que vende esas setas tan frecuentes por estos
lares, muy pequeñitas de color naranja, compro bastantes y las
seco por el camino, pruebo como hacemos en Marruecos a
regalarle ropa a los vendedores que la aceptan con cara de
asombro, sobre todo a unas chicas jóvenes que se muestran
agradecidísimas.
En el camino encontramos vendedores de animales
disecados, cornamentas de alce y pescado ahumado, cuando te
aproximas todos destapan sus artículos que están cubiertos con