Los campings salmantinos, en su mayor parte gestionados por autónomos, también se están llevando la peor parte en la crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus cuando apenas estaban iniciando los meses “fuertes” del año.​

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Sin fecha anunciada oficialmente por el Gobierno para poder reabrir e ir recuperando la normalidad, las semanas de obligado parón dan sin embargo para pensar mucho e ir analizando cómo se planteará la reapertura de las instalaciones y la llegada de los primeros clientes.​

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Mientras algunos dan ya por perdida la temporada, otros confían en poder mantener algunas de las reservas y eventos organizados ya avanzado el verano, principalmente en los meses de agosto y septiembre, y tener algún ingreso en esta campaña. “Hay mucha incertidumbre en todo, somos autónomos, vivimos de esto y nos enfrentamos a un futuro incierto. Esperaremos a ver qué pasa pero pinta feo”, explica Mari Carmen Prieto, del camping de Sotoserrano.​

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Viendo la que se avecinaba y la inminente llegada de la declaración del Estado de Alarma, los campings salmantinos fueron avisando a los clientes que en esos momentos tenían para que fueran saliendo y no se vieran obligados a pasar el confinamiento en ellos. “Teníamos cuatro familias de Alemania e Italia y se fueron juntas en los primeros días. Ahora estamos cerrados y con mucho por hacer porque no tenemos al personal y el trabajo en esta época, sólo para cortar hierba, es muchísimo”, afirma Manoli Herrero, del camping de Cabrerizos.​

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Javier Pastor, del camping de Ciudad Rodrigo, es uno de los que mantienen la esperanza respecto a la temporada 2020. “Espero que sí se haga algo en esta temporada y en el mes de julio pudiéramos abrir. Las parcelas están separadas e incluso se puede ocupar una sí y una no, en la terraza del bar tener las mesas más separadas, contar con una persona siempre en los baños para ir desinfectando tras cada uso y contar con material de protección”.​

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José Francisco Cecilia, del camping de Alba de Tormes, confía en que salgan adelante algunos eventos programados para verano. “Dependiendo de cómo evolucione todo esto y qué medidas se tomen, iremos viendo y estaremos a la expectativa. Algunos hoteles en las zonas de costa ya se están preparando, también, para cuando se pueda reabrir y todos nos tendremos que adaptar a las nuevas medidas contra el coronavirus”.​

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El camping situado en El Cabaco, con Ángel Luis García al frente, también mantiene cierta esperanza. “La temporada no la damos por perdida, esto es naturaleza pura y dura, no es lo mismo que un hotel, aquí la gente vive muy independiente del resto de clientes y hay muchos espacios al aire libre”, señala.​

Las largas semanas de confinamiento en los hogares y las ganas de respirar aire puro en plena naturaleza que tienen millones de españoles son ahora mismo dos de las grandes ventajas que pueden jugar a favor del sector del camping en su esperada vuelta a la normalidad.​

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