Francia, Luxemburgo y Bélgica, un recorrido por la memoria 114 Fue enterrado en la misma leprosería donde murió en 1936 pero sus restos fueron trasladados a Lovaina a la Capilla de San Antonio, situada en la Damiaanplein. BEATERIO MAYOR Uno de los más bellos rincones de Lovaina es el Beguinaje Mayor, es un lugar poco frecuentado por los turistas ya que se encuentra a unos 15 minutos del centro. Los Beaterios fueron la solución para las mujeres viudas, huérfanas o solteras que estaban desprotegidas y no querían recluirse en un convento. Situadas en las afueras de las ciudades, las beatas ejercían los votos de obediencia y castidad y llevaban una vida austera. De noche, las puertas del beaterio se cerraban. Parecían ciudades dentro de ciudades. En marzo del año 2000 los beaterios flamencos fueron declarados Patrimonio Universal por la UNESCO. El Beaterio data de principios del siglo XIII. Durante la edad Media y Moderna el Beaterio fue floreciendo, su época dorada fue durante los siglos XVI y XVII, llegando a contar con más de 300 beatas. En el siglo XVII se construye un complejo residencial en el beaterio donde actualmente pueden vivir alumnos extranjeros de la Universidad y profesores de intercambio. El exterior se mantiene exactamente tal y como era durante sus más de seis siglos de funcionamiento como beaterio. IGLESIA DE SAN MIGUEL La Iglesia de San Miguel es una iglesia jesuita construida entre 1650 y 1671 por el padre Willem Van Hees. Es una obra maestra del barroco de Flandes, con una composición vertical, ornamentos llenos de vida y grandes ventanas que dan a la iglesia una gran claridad. PLAZA LADEUZEPLEIN Esta gran plaza acoge la Biblioteca y uno de sus mayores atractivos, es la escultura que se encuentra en el centro de la plaza, es un gran escarabajo trinchado en una aguja gigante de tres metros de altura. Fue realizada en 2005 con motivo del 575 aniversario de la Universidad. BIBLIOTECA La Biblioteca principal de la Universidad de Lovaina es uno de los edificios más famosos de la ciudad. Se encuentra en la plaza Monseigneur Ladeuzeplein. Antes se encontraba en la calle Naamsestraat, pero durante la I Guerra Mundial destruida por el los alemanes. Tras la guerra se reconstruyó gracias a las donaciones de otros países, principalmente con capital estadounidense. En la fachada se pueden observar las referencias a la ayuda norteamericana y al patriotismo belga. La reconstrucción se hizo siguiendo el estilo tradicional renacentista flamenco.
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