Francia, Luxemburgo y Bélgica, un recorrido por la memoria 140 de Europa. Se considera que Gante fue fundada en el siglo IX cuando Balduino I de Flandes (Balduino Brazo de Hierro) levantó un castillo para proteger las abadías de San Pedro y San Bavón de las incursiones vikingas. Al igual que Brujas pero de forma más limitada, Gante también posee una interesante red de canales y un precioso centro urbano medieval, siendo la ciudad belga preferida por los viajeros habituales. En la década de los ochenta, Gante sufrió una severa restauración para tratar de captar el turismo como ya lo hacía su vecina Brujas. Los edificios se limpiaron, los canales se purificaron y las zonas industriales se sanearon. Gante es una ciudad más grande que Brujas y, aunque está bien señalizada, conviene tener más idea de lo que ver de antemano: Catedral de Gante (Sint-Baafskathedral): Los tres siglos que tardó en construirse valieron la pena. No perdáis de vista el púlpito barroco del siglo XVIII y sus pinturas, donde destaca "La Adoración del Cordero Místico" de Van Eyck. En este lugar fue bautizado Carlos V. Castillo de Gante (Gravensteen): Antigua residencia de los condes de Flandes, fue utilizado hasta el siglo XIV como fortaleza defensiva y hasta el XVII como prisión, actualmente el castillo es una visita imprescindible de Gante. Tiene un museo de instrumentos de tortura. Stadhuis: Al igual que sucede en Bruselas y Brujas, el Ayuntamiento de Gante no pasa desapercibido. Belfort: Este precioso campanario de 91 metros fue construido en el siglo XIV y es una de las imágenes más conocidas de Gante. Su mirador, a 65 metros de altura, ofrece las mejores vistas de la ciudad. Iglesia de San Nicolás (Sint-Niklaaskerk): Situada a escasa distancia de la catedral, es la segunda iglesia más bonita de la ciudad. Korenmarkt: Esta plaza, situada a las puertas de la iglesia anterior, ha sido el lugar más animado de Gante desde la Edad Media.
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