Un recorrido por la memoria

Francia, Luxemburgo y Bélgica, un recorrido por la memoria 159 localizar a sus miembros. Otro especialista, Ian Beckett niega casi taxativamente esa posibilidad, acusando a algunos autores alemanes de elaborar semejante historia, para emparentarla finalmente con la mitología nazi. Un apunte. El episodio de Langemarck por la significación épica y carga ideológica que conlleva – se calcula que murieron miles de jóvenes voluntarios alemanes, la mayoría estudiantes – se convirtió al poco en un hito de la mitología que generó el conflicto en Alemania. El hito de Langemarck, conocido como la ‘Kindermord’, matanza de los inocentes, fue doblemente aprovechada. Durante la guerra sirvió de ejemplo de la valentía y del sacrificio del pueblo alemán y posteriormente, durante el régimen nacionalsocialista, se utilizó para recordar la ignominiosa ‘herida abierta’ que aún suponía la Gran Guerra. Ese día, y a pesar del impresionante empuje alemán, los británicos lograron cerrar la brecha y sostener el fr ente con cuantiosas y terribles pérdidas. Para ello, Haig contó con la inesperada ayuda del IXº Cuerpo francés, que el 23 relevaron a la 2ª división de Monro. Al alba del 23 de octubre, los británicos lanzaron un contraataque que logró retomar Kortekeer. La posición, sin embargo, no quedó totalmente restablecida hasta el anochecer debido a los duros enfrentamientos por los flancos. El 24 se retomaron los enfrentamientos en el sector de Langemarck, aunque con menor intensidad. Ese día, el grueso de los enfrentamientos se desplazó al sector sur. La 7ª division de Capper, casi recién llegada a Flandes, también había mantenido duros combates en el frente Zandvoorde-Zonnebeke. Las tropas alemanas de los cuerpos XXVIº y XVIIº, a pesar de algunos golpes de manos exitosos contra el flanco izquierdo de Rawlinson -cubierto por los franceses- fueron incapaces de cualquier avance significativo hasta que el día 24 y tras un potente ataque del XXVIIº, los alemanes estuvieron a las ‘puertas’ de Polygon wood donde fueron desalojados, de forma desesperada, por las fuerzas de reserva de la 7ª división junto con tropas de la 2ª división de Monro. A pesar de los contratiempos, los franceses consideraron que había llegado el momento de una ofensiva general en toda regla. El IXº francés -ya en línea- y el XVIº en ruta serían los elegidos. La 2ª division británica estava disponible, así como la caballería de De Mitry’s procedente de Bixschoote y la 42ª division francesa desde Nieuwpoort. El momento del ataque aliado no podía haberse iniciado en mejor momento, aunque los mandos aliados no supiesen: los alemanes estaban sufriendo escasez de municiones y las nuevas tropas habían sufrido muchisimo debido a su intemperado entusiasmo y falta de entreno. El resultado de la ofensiva aliada no fue, sin embargo, el esperado. A pesar de los enconados esfuerzos que hicieron por romper la línea, el IXº francés, y a su derecha la 2ª division británica apenas avanzaron en el ataque del 24 de octubre aunque consiguieron inflingir serias bajas en los alemanes, especialmente en la línea al

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