100 laterales), un edificio del siglo XVI también obra de Weidmann. En su planta baja estaba instalada la cocina del hospital y, además, en la segunda planta se hallaba la residencia oficial del administrador del mismo. Frente a la Casa de los Guardabosques se encuentra el edificio de lo que en su día fue el hospital. Edificado en 1280, realizó esa función hasta 1948 que pasó a ser una residencia de ancianos. Formando parte del complejo hospitalario hay una casa de entramado de madera que era usada como panadería y bodega, actualmente es un albergue juvenil. A continuación entramos en la Kobolzeller y su bastión de forma rectangular. Aquí se encuentra el Púlpito del Diablo con sus galerías de madera (cuidado al subir las escaleras con los traspiés, lo digo por experiencia) y su torre Kohl (Kohlturm). También podemos ver las Casitas del guardia y de aduana, cuyo arco exterior está adornado con dos preciosos escudos. Subimos de nuevo las escarpadas escaleras de antes y volvemos a salir a la Spitalgasse. Un poco más adelante, a escasos metros de la escalera, hay una pequeña iglesia que forma parte del complejo hospitalario. Las constantes bajadas y subidas hacen que nos entre un repentino ataque de sed y tengamos que reponer líquidos en una pequeña tienda de comestibles; las fuerzas comienzan a flaquear. (Rothenburg ob der Tauber. Spitalbastei) Es momento de volver a subir a la Marktplatz e ir saliendo del pueblo. De camino hacemos las últimas compras de rigor en la Untere Schmiedgasse, ya sabéis, cosas de esas que se ponen en un rincón del mueble del salón y que sólo te acuerdas de ellas cuando tienes que limpiar el polvo y se rompen; y es que como dice mi buen amigo Antonio: “…no hay lugar con más tontunas que un mueble-bar…”, y qué razón tiene. (Rothenburg ob der Tauber. Untere Schmiedgasse)
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