Viaje por Alsacia y ruta romantica

106 recoger, sólo nosotros estamos de “cháchara”. Todos nuestros vecinos ya tienen sus oscurecedores puestos y hay un silencio sepulcral. En Dinkelsbühl a esta hora da comienzo algo muy especial. Nosotros, debido al cansancio que Javi acumula, no lo vamos a poder ver, nuestros vecinos tampoco hacen ganas, lo dejaremos para otra oportunidad. Esto que nos cuentan ocurre todas las noches al llegar las 23:00h: Todas las noches a las 23:00h, después de que el vigilante haya entonado su canción y completado su ronda, todas las luces de los lugares públicos en Dinkelsbühl se apagan. Pero quien quiera disfrutar observando las construcciones medievales, la muralla, la fosa y el parque de la ciudad iluminados por proyectores, podrá hacerlo gracias al alumbrado automático de la ciudad. Este sistema cuenta con una cajita instalada en una de las paredes laterales del Schranne, el antiguo salón de actos de Dinkelsbühl. Como todo en Dinkelsbühl, la escritura gótica también apunta a esta discreta caja que permite el alumbrado de la ciudad. Se abre la caja, se introducen 4€ (se necesitan dos monedas de 2€ para que ocurra el milagro), se gira una ruedecita, se espera 1 minuto y, ¡tachán!, todos los proyectores de la ciudad se encienden para que los visitantes se puedan deleitar de nuevo con todo el esplendor de la ciudad. La magia dura dos horas; lo suficiente para poder visitar todas las atracciones turísticas o dar un romántico paseo por el parque frente a la muralla de la ciudad. El alumbrado y su esplendor son para enamorados. Después de todo, Dinkelsbühl se encuentra en la Ruta Romántica, y así responde a ese privilegio. La cena es breve, el cansancio nos ha quitado el apetito. A las 23:20h damos por finalizado el día. Poco antes de la media noche apago la luz de lectura de la cama. El sueño me puede. Inma y Javi ya hace rato que duermen. (Dinkelsbühl. Marktplatz. Mercado del vino)

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