110 de ronda y lo hacemos a la altura de la Daininger Tor. Dar un paseo por ella nos permite apreciar la belleza de las casas que datan de los siglos XIV al XVI. Por cuestión de tiempo no la recorremos en su conjunto y en la Oberer Wasserturm nos bajamos. El estado de conservación es óptimo y en algunas zonas hay habilitadas diversas habitaciones para las asociaciones culturales de la localidad. Al bajar de la muralla nos dirigimos a la Catedral Gótica de San Jorge, ubicada en el mismo centro de la ciudad, y una de las más hermosas de Alemania. El “Daniel”, la torre de la Catedral de 90 metros de altura que domina el pueblo, es desde hace más de 500 años el símbolo de Nördlingen y un lugar desde el que puede admirarse toda la ciudad, la muralla y sus alrededores. También es desde donde los guardias de la torre entonan el “So Gsell so!” (Todo bien compañeros, todo bien) un grito que desde antaño se escucha todas las noche cada media hora, indicando que todo está en paz y tranquilidad. Como podéis imaginaros, el que suscribe tampoco sube a la torre. He de confesar que desde que subí a la cúpula de la Basílica de San Pedro del Vaticano hace ya cuatro años, me quedé sin un sólo cheque de los que venían en el talonario de subidas a torres de iglesias. Igual con el tiempo me hago con otro. El interior de esta Catedral evangélica conserva una pila bautismal de 1492, un púlpito de 1499 y una magnífica Crucifixión de Cristo del siglo XV. Saliendo de la iglesia está la Marktplatz con la Tanzhaus y la Hoheshaus como edificios más relevantes. En la fachada del primero hay una estatua del emperador Maximiliano I. Estas casas servían como mercado de compra y venta de paños en las temporadas de feria. Enfrente, y un poco escondido, se levanta el edificio que desde 1382 sirve como ayuntamiento de la ciudad, siendo uno de los más antiguos de Alemania. En la parte derecha del edificio hay una llamativa escalera renacentista. (Nördlingen. Rathaus y su escalera renacentista)
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