25 Capítulo 3 Martes 7 de agosto (Oradour sur Glane de agosto (Oradour sur Glane – Annecy, 613 km) Nos hemos propuesto ponernos en pie todos los días a las 8:00h y de momento se cumple. Javi es el más dormilón y necesita más horas de sueño. Mientras rehacemos el salón (que es donde él duerme), nos aseamos y preparamos el desayuno, él sigue durmiendo en nuestra cama. Ha llovido un poco durante la noche lo cual provoca que la mañana esté muy fresca, no pasamos de los 10 grados. El cielo está nublado y amenaza más lluvia. Después del desayuno nos despedimos de nuestros amigos malagueños y ponemos rumbo a Annecy, nuestro siguiente destino. Antes de salir del pueblo, aprovechamos para comprar pan y repostar gas-oil en el Hipermercado ATAC de Oradour. El precio, a 1,09€ el litro, no es muy disparatado teniendo en cuenta que en las autopistas lo hemos llegado a ver a 1,24€. El largo trayecto lo hacemos sin ninguna situación digna de reseñar salvo que el GPS nos da problemas de vez en cuando, se vuelve loco y nos manda otra vez de vuelta a España… ¡será cafre! Antes de llegar a Clermont-Ferrand ponemos la calefacción de ruta ya que la temperatura exterior es de ¡8 grados! lo cual podemos comprobar en nuestras propias carnes cuando, aprovechando una parada en un área de descanso para comer, salgo a cargar agua en un borne de servicio y noto que el frío es helador, y en Aranjuez a 35 grados. Con la ayuda de Javi, que me soporta un pequeño paraguas que casualmente Inma echó antes de salir de España, conseguimos realizar la tarea no sin pocos problemas ya que el grifo no está muy católico que se diga. Comida rápida y de nuevo en marcha. Cuesta creerlo pero durante todo el viaje hasta llegar a Annecy la lluvia es nuestra fiel compañera, no para ni un instante. A las 18:00h llegamos a Annecy, a la hora que teníamos prevista, pero lo que no entraba en nuestros cálculos era un enorme atasco a la entrada que hace que tardemos casi dos horas en recorrer tres kilómetros. Desesperados por la situación, llegamos al área y resulta estar llena. Damos media vuelta y nos vamos al camping municipal ya que en ninguno de los parking que hay frente al lago hay sitio. Como el día está así de torcido, en el camping tampoco hay plazas y tenemos que bajar otra vez a ver si tenemos suerte y encontramos algo en alguna calle. Volviendo de nuevo por la avenida que bordea el lago Annecy comprobamos que hay un par de sitios libres en el parking que hay junto al área de autocaravanas. Entramos de cabeza y conseguimos aparcar en uno de los huecos que acaban de dejar libre. Dos minutos después llegan otras seis o siete autocaravanas buscando sitio. La situación para aparcar por aquí se ha complicado por momentos aunque al fin tenemos un lugar para pernoctar. El parking no tiene ningún servicio pero es gratuito. Frente a éste, junto al lago, hay unos sanitarios públicos que no son nada extraordinarios mas hacen su servicio. Cabreados por el día que nos ha hecho, decidimos cenar pronto. Como la noche se nos ha presentado cargadita de agua, abortamos el plan de ir a ver Annecy de noche, mañana será el momento de ver lo que esconde esta ciudad pero de día. Son las 20:10h y ya es noche cerrada. Llueve con ganas. La lluvia va a ser una constante en nuestro viaje, nos lo tememos.
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