43 Kaysersberg Perfectamente señalizada, llegamos sin ningún problema al amplio aparcamiento acondicionado para autocaravanas (el TomTom también ayuda). Su situación es inmejorable, a escasos 10 minutos a pie del pueblo y junto a la carretera RN 415 que nos ha traído de Colmar. La hora a la que llegamos (15:10h.) nos permite elegir un buen sitio, y aunque la llegada de autocaravanas es constante, aun queda sitio para unas 15 autocaravanas más. El suelo es de grava y está casi llano, por lo que no es necesario poner los calzos. Dispone de un pabellón de sanitarios (quiero recordar que sin duchas), y a su lado está la zona de carga y descarga de aguas. No tiene electricidad y el precio es de 4€ la noche (se considera noche de 19:00h a 9:00h). El precio para el resto del día (de 9:00h a 19:00h) es de 2€. A una hora poco francesa nos ponemos a comer, son las 15:50h y junto a nosotros aparca una Challenger como la nuestra. Su dueño francés nos mira con curiosidad. Igual se piensa que cuando fabricaron la suya, rompieron el molde. Recogida la mesa, nos vamos tranquilamente a buscar la Oficina de Turismo. Monte del Cesar, así es como llamaban los romanos a Kaysersberg. El actual nombre es la versión alemana del nombre en latín. Muy cerca, a los pies del monte, vigilante de todo lo que ocurre en el pueblo, se encuentran las ruinas del castillo que construyó la condesa de Horbourg allá por el siglo XIII. Podéis ahorraros la subida porque lo único que queda son cuatro paredes medio derruidas y el torreón, con algo más de salud. Aun así, si sois de los que os gustan estas cosas, ánimo y para arriba, en diez minutos estaréis allí. Nosotros no tenemos muchas ganas de probar. Al llegar a la Oficina de Turismo está todo lleno por una excursión de ingleses; me meto como puedo entre unos pocos y solicito un plano e información de la ciudad, imagino el descojone de los británicos con mi spanglish. Una situación que se repite en muchos pueblos y ciudades francesas, es que la calle central se llame General de Gaulle, y aquí no va a ser una excepción. Salimos de la Oficina de Turismo, que curiosamente está en la repetitiva calle, y nos dirigimos a la Place Jean Ittel, plaza principal de Kaysersberg y punto de partida de cualquier ruta que se desee hacer por el pueblo. Además, es el lugar donde están dos de los monumentos más famosos de la villa: La Iglesia de la Ste-Croix y la fuente del Emperador Constantino. (Kaysersberg. Place Jean Ittel y fuente del Emperador Constantino)
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