C2 General Etapa 4: Split Nos movemos al centro de Croacia. En este caso el objetivo es Split. A nuestros oídos habían llegado maravillas sobre el centro romano de esta ciudad. Hablan de una ciudad romana sepultada por otras construcciones. Día 14: Trogir Jueves 18 de Julio de 2019. 217km Amanece en prapratno. 6:30 de la mañana. A las siete arrancamos motores y pagamos el camping. Madrugamos para pasar los dos controles fronterizos que nos esperan. Croacia está dividida, y para ir del extremo sur a centro hay que atravesar Bosnia. No cogemos absolutamente nada de atasco. Aunque en sentido contrario había bastante. Aprovechamos en bosnia para llenar el depósito. Cogemos por fin autovía de peaje. Una autovía señorial, bien trazada y sin tráfico. Avanzamos a buen ritmo. Cogemos la salida a Split y nos vamos a Trogir. El camping elegido es el camping Rozac. Un camping tranquilo, con buenos servicios, con playa por todos los lados y muy cerca de Trogir. Muy ruidoso por el día, ya que tiene el aeropuerto cerca. Pasa un avión cada 5-10 minutos. La carretera que lleva al camping Rozac es estrecha, y como tal nos “Rozacmos” de camino. Allí nos cruzamos con “El Taxista” y su furgoneta de 8 plazas. Me ve que estoy pasando y no frena. Yo si freno, por supuesto. No entramos. Sigue... sigue… no entramos y le mete un manotazo a mi espejo auxiliar Milenco para meterlo para dentro. Tanto que el espejo Milenco sale volando y desaparece. Nos miramos los dos con cara de desafío, y claro, eso no podía acabar bien. Empiezo a decirle ciertas cosas en español, ciertas cosas que él me contesta en croata. Discutíamos tan bien cada uno en nuestro idioma que mi hija me preguntó luego si yo sabía croata. En un estado de lucidez decidí pasar al inglés y el también. Me decía que no puedo llevar esos espejos, que son muy grandes. Y yo le digo que son obligatorios para poder ver detrás de la caravana y él no es nadie para tocar mi coche. No me dio tiempo ni a meterlo automáticamente, que es lo que hago en esas situaciones. Finalmente, me tiro al suelo a buscar el espejo y lo encuentro debajo de la furgoneta. Le digo que no se mueva que es capaz de atropellarme. Afortunadamente todo parece indicar que el espejo está en perfecto estado. Y tras despedirnos de nuevo con buenas palabras, llego al camping con un único espejo. Con el tiempo he logrado a comprender su intención. Él quería pasar y quiso meter mi espejo hacia dentro. No creo que quisiera tirarlo al suelo, porque la cara que puso fue de susto cuando salió volando el retrovisor. Si le llego a decir que valen 1000 kunas, le da algo. Aun así ,no tenemos más remedio
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