Maravillosa Alemania, Verano de 2019

MARAVILLOSA ALEMANIA VERANO 2019 Idstein

Creo que ya lo he explicado en alguna ocasión. Soy una apasionada de la lectura, pero una pésima escritora. Voy a intentar que sea ameno, pero no prometo nada… Hace un par de años que habían llegado a mis manos algunos relatos sobre la ruta de los cuentos de Grimm. Yo que me pico rápido con el tema viajes, empecé a interesarme por ella, la encontré muy interesante y como no, decidí que me gustaría hacerla. El 2018 no pudo ser, porqué fuimos a Irlanda ¡Por fin tachado de la lista de pendientes! No hay relato porqué usamos apartamentos y no lo vi adecuado para una web de campistas. De hecho, teníamos los días tan completos, que ni contemplé la posibilidad de escribir mí diario. Se que es una lástima porqué es un bonito recuerdo, pero también es un poquito de sacrificio ponerse a escribir una vez terminadas las visitas diarias, cuando lo que más apetece después de la ducha, es sentarte un rato y descansar antes de cenar. Pero volviendo al 2019... Este año sí, estaba decida y como sabía que proponer un viaje a Alemania en casa siempre es bien recibido, me puse manos a la obra. En febrero empecé a buscar información sobre dicha ruta, encontré un montón de pueblos y ciudades. Algunos los descarté o bien por falta de interés, de tiempo o por ya conocerlos de otros viajes. Sabemos que cuando empezamos a buscar información sobre un lugar, siempre encontramos muchos otros que quizás no forman parte de la ruta inicial, pero que son, o por lo menos parecen tan o más interesantes que algunos de la propia ruta, por lo que decidí incluir algunos de ellos. Una vez tuve claro los lugares a visitar, los señalé en el mapa y escogí campings. Como es lógico en rutas largas y yendo en caravana, debemos tener diversos “campos base”. Siempre tengo 1 camping preferente y un par más en la recámara por si el principal está lleno. Con la ruta preparada con tanta antelación, parecía que el día “D”, no llegaba nunca, pero todo llega y nos marchamos de Terrassa huyendo del calor (menudo veranito estamos teniendo…) y esperando encontrar temperaturas más suaves. Wilhelmshöhe - Kassel

Sábado 10/08/19 Ring, ring, o más bien: Tiririrí, tiririrí…, es el despertador que nos sobresalta a las 05:00. Es duro sí, pero cuando suena para marcharte de vacaciones, parece que la cama lleve un resorte que te haga saltar de inmediato. Como de costumbre, el día anterior fuimos a llevar lo máximo que pudimos a la caravana, por lo que hoy solo tenemos que coger la comida fría, cámaras de fotos y unas pocas cosas más. Una vez cargado todo y con la caravana enganchada (lógico), salimos a las 6:45 con una temperatura de 24º, el día promete ser caluroso otra vez… Llevamos buena marcha hasta llegar a Montpellier, dónde empiezan a haber algunas retenciones. A medida que avanza el día, el tráfico se va complicando más y hay momentos en los que estamos parados. Peor lo tienen los que van en dirección sur que están haciendo colas kilométricas. Paramos a comer y como es habitual en estas fechas, las áreas de servicio están muy llenas, pero este año tenemos suerte y podemos aparcar en una plaza para caravanas en lugar del habitual de camiones. Dentro de la caravana hace calor, pero estamos cómodos. El menú de hoy es ensalada de pasta y pollo empanado. Después de comer, parece que el tráfico esté un poco mejor. Llegamos al camping casi a las 18:00. Es el L’Oiselon situado en Pont-D’Ain. Lo conocemos de otras ocasiones, es muy grande, con buenas parcelas no delimitadas (por lo menos donde nos han puesto este año), los servicios son correctos, aunque no disponen de papel del WC y el precio es económico. Una noche para los 3 con electricidad nos cuesta 22,10€. Soy de la opinión que por un par de € más, podrían poner papel en los baños y no andar con el rollo en mano… El personal de recepción es muy amable, si les dices que quieres tranquilidad, te asignan la parcela lejos de la piscina que es donde los sábados hay disco. Encargamos croissants para el día siguiente y nos marchamos raudos y veloces al supermercado. Hay que comprar yogures Fjord sí o sí. Ariadna es una fan de ellos y solo los encontramos en Francia. Aprovechamos también para llenar el depósito, ya que en la autopista el precio del gasoil es carísimo. De vuelta preparamos la cena. Fuera no se está mal, aunque al estar cerca de un rio, hace bochorno. A medida que avanza la noche, la temperatura es más fresca y parece que vamos a dormir bien. Domingo 11/08/19 Nos despertamos temprano, vamos a recepción a buscar los croissants que encargamos ayer. Desayunamos y los croissants están tremendos, de verdad. Recogemos y nos marchamos bajo un cielo azul precioso. Hay poco tráfico y al mediodía llegamos a Alemania. La temperatura es más baja que ayer, ronda entre los 26º y 27º y aparecen algunas nubes a medida que va avanzando el día. Llega la hora de comer e intentamos parar en una área de autopista. La mayoría son muy pequeñas y no tienen servicios. Hay una gran diferencia con las francesas, pero claro las autopistas alemanas son gratuitas y las francesas no son precisamente baratas, pero compensan con sus bonitas zonas de descanso. Entramos en una para poner gasoil e intentamos buscar sitio, pero está tan llena que no podemos ni aparcar. Finalmente encontramos una de las pequeñas y paramos el rato justo para comernos una ensalada y el resto del pollo empanado que sobró de ayer. Continuamos y a las 17:20 llegamos al camping Friedensbrücke. Lo conocemos del viaje que hicimos a Polonia. Es un camping muy tranquilo, situado junto al río Neckar. Amplias parcelas con buen césped (está prohibido cubrirlo con losetas o lonas), servicios correctos con papel del WC, pero situados en un edificio en el que hay una escalera bastante empinada. Nos instalamos y justo después de montar el toldo, empieza a llover. La verdad es que después de estas semanas de tanto calor apetece un poco de lluvia, pero lo que al principio son unas simples gotas, se convierten en un diluvio acompañado con mucho viento, la temperatura baja hasta los 19º y nos toca abrigarnos un poco, Ariadna entra en la caravana, pero yo continuo fuera “disfrutando” de la tormenta mientras escribo el diario. A las 20:30 para de llover y deja un cielo precioso. Cenamos fuera. Traemos tortilla de patatas congelada que, aunque no es como hecha en casa, calentita nos sabe a gloria. Después de la cena, inauguramos nuestro tradicional “casino” de verano con unas partidas al continental. Son más o menos las 22:00 y creo que somos los únicos que estamos despiertos, en el camping hay un silencio absoluto y decidimos irnos a dormir ya, que mañana empezamos a hacer el turista.

Lunes 12/08/19 Como es habitual, nos despertamos temprano, creo que nuestro reloj interno aún va con horario laboral… Hace buen día y después de desayunar, nos vamos a Heildelberg. Estamos muy cerca y llegamos en pocos minutos. Aparcamos en un parking cubierto que está al lado del río y muy cerca del puente de Karl Theodor. Lógicamente lo primero que hacemos es ir hacia allí, aprovechamos que es temprano y no hay casi nadie. La verdad es que desde el centro del puente se tienen unas vistas excepcionales de la ciudad, en un extremo la puerta de la antigua muralla con sus dos preciosas blancas torres y detrás, la ciudad vieja con sus campanarios y coronada por su castillo. Vaya, una postal. Después de inmortalizar el momento con toda la artillería, (cámaras móviles y demás…), paseamos por su vacío y tranquilo centro hasta llegar al funicular que nos subirá hasta el castillo. El precio del funicular + castillo nos cuesta a los tres 20€. Subimos super rápido y lo primero que hacemos es ir hasta uno de los miradores para ver las espléndidas vistas de la ciudad. Entramos en el museo de la farmacia que dispone de algunas salas con mobiliario, tarros, destiladores y otros antiguos utensilios. Está todo muy bien expuesto y una de las salas me recuerda a las películas de Harry Potter. Aunque fuera se está muy bien de temperatura, dentro hace bastante calor. Lo siguiente que visitamos es una sala donde hay la barrica más grande del mundo. Es enorme, “solo” caben más de 200.000 l. Esperamos a que se marche un grupo, e intentamos sacar alguna foto en la que quepa esta barrica. Difícil porqué llena completamente una sala. De vuelta al casco antiguo, vamos a Hauptstraße, es una calle muy larga, dónde hay mayoritariamente comercios y restaurantes. Paseamos por sus plazas, sus terrazas llenas ahora de turistas e innumerables grupos de japoneses (muchos, de verdad de la buena). Cuando preparaba el viaje, busqué dónde comer codillo y todos los caminos me llevaron al Palmbrau Gasse. Críticas muy buenas y no sin razón. ¡¡¡¡El trato excelente y la comida rica, las raciones son enoooormes!!!! Xavi pide codillo, como no, creo que soñaba con él desde el día que decidimos ir a Alemania. Ariadna un Snitzel (gigante) y yo una ensalada XXL. Ni ella ni yo podemos terminarnos nuestros platos. El codillo es realmente espectacular. El precio, bueno… barato no es. Pagamos 75€ por los tres platos y las bebidas, pero salimos que no nos cabe ni el postre. Si volviera, creo que pediría dos platos para los tres. Saliendo vamos a tomar café a un Starbucks y paseamos un rato más para digerir un poco la cantidad de comida. Heidelberg

Continuamos hacia Heppenheim, es una pequeña población con numerosos comercios y restaurantes. Su perla es su coqueto centro histórico. Unas pocas calles y una plaza con unos edificios preciosos que parecen salidos de un cuento, especialmente el ayuntamiento. Por sus callejuelas, hay numerosas farolas en las que están representados cuentos populares alemanes. Heppenheim Nos marchamos hacia Bensheim esperando que también sea tan bonito, pero nos deja bastante indiferentes. Por último, vamos a Michelstadt, llegamos pasadas las 19:00 y está todo cerrado. Parece domingo. Llegamos hasta el ayuntamiento que tiene unos 500 años de antigüedad. Las casas situadas alrededor son todas absolutamente preciosas. No hay nadie, silencio casi absoluto y una tranquilidad que se agradece después del bullicio de la mañana. A lo lejos Ariadna y yo vemos unas nubes bastante amenazadoras que van llegando lentamente, o no tan lentamente…. Por lo que decidimos volver al coche, donde se ha quedado Xavi a descansar. Tenemos un Aldi al lado y aprovechamos el último minuto antes que cierren, para hacer unas compras. De vuelta al camping, preparamos la cena con el más absoluto silencio. Son solo las 21:15 y creo que volvemos a ser los únicos despiertos. Después de la cena jugamos un poco a cartas y vamos a dormir. Hoy hemos caminado más de 13 km. La temperatura máxima que hemos visto ha sido de 23º y ahora antes de ir a dormir el termómetro marca 16º. ¡¡¡Para mí es la perfección!!! Michelstadt

Martes 13/08/19 Nos despertamos tapados hasta las cejas. Esta noche si ha hecho falta el nórdico. Desayunamos fuera bien abrigaditos, ya que no estamos ni a 15º. ¡De verdad, que gustazo! Recogemos todo, pues hoy cambiamos de camping. Ayer les mandé un correo recordando que habíamos hecho una prerreserva (sin compromiso) y preguntando horarios. Me confirmaron que abrían a las 09:00. Salimos a las 09:50 de Neckargemünd con 17º y el cielo variable. La autopista va fluida y el viaje transcurre bien. Llegamos al camping Dreieich-Offental aproximadamente a las 11:15. Justo al entrar encontramos un coche con un remolque que nos obstaculiza el paso, enseguida se aparta y nos deja entrar. Resulta que es el dueño que se marchaba… Cuando le digo que ayer les mandé un mensaje, nos compaña a una parcela en una parte muy llena de árboles y poco césped, bueno eso de césped es una utopía… más bien el suelo es de tierra oscura. Me indica más o menos dónde tenemos que conectar la corriente, dice que se marcha y volverá en 1 hora y que después ya haremos inscripción. Bueno, pensamos, nos instalamos, comemos tranquilamente y cuando vuelva nos inscribimos y nos marchamos a Frankfurt. Ja, ja… El lugar donde tenemos que conectarnos está cerrado con llave, por lo que nos quedamos sin electricidad durante más de 1 hora. Montamos toldo, ponemos la rafia del suelo, sacamos sillas, mesa, etc, etc. Mientras hacemos tiempo para que llegue el dueño, vamos a explorar por el camping. La recepción y lo que parece ser la vivienda del dueño están en una parte donde hay zonas ajardinadas preciosas y parcelas con césped bien cuidado, es donde están los fijos. Los servicios y la piscina también están allí. La zona es bonita y está muy bien arreglada. Los servicios son muy correctos, con papel del WC y duchas de pago. Parece que los que vamos de paso, nos “destierran” al bosque. La verdad es que hay una gran diferencia entre las dos zonas. La nuestra está un poco descuidada, hay partes donde la hierba crece salvajemente y en otras no hay ni una brizna. Bueno, es lo que hay. Pasada esa hora larga, llega el dueño y le recuerdo que nos tenemos que conectar, llevamos nevera y congelados… Nos abre la caseta de los enchufes, cosa que bien podría haber hecho hace una hora antes de marcharse, total han sido 3’… En fin. Me voy con él a recepción, rellenamos papeles y pasamos de comer allí y nos vamos a Frankfurt en coche, aparcamos en un parking subterráneo justo al lado del ayuntamiento y salimos al Römerberg. Es una de las zonas con edificios más antiguos de la ciudad. La verdad es que la plaza es preciosa. Muy cerca de allí, encontramos un restaurante italiano. Escogemos comer fuera, porqué sospechamos que dentro no tienen aire acondicionado. La verdad es que se está muy bien, entre los árboles, los parasoles y nubes que pasan tapan el sol y corre una brisa fresquita y se esté muy a gusto. Después de zamparnos una pizza cada uno, nos vamos hacia la zona de los rascacielos. Hay numerosos y por ello la ciudad es llamada Main-Hattan (está junto al río Main). Esa zona contrasta enormemente con el centro histórico. Nuestro objetivo es subir a lo alto de la Main Tower. Tras pagar 22,50€, un ascensor sube los 59 pisos a una velocidad de vértigo. Las vistas desde arriba son espectaculares. Tenemos toda la ciudad a nuestros pies y los edificios parecen maquetas. Después de sacar por lo menos mil fotos, bueno exagero un poco, pero un montón si hacemos. Bajamos y vamos hacia el otro lado del río para tener buenas vistas de la ciudad. Realmente son buenas, los gigantes de acero y cristal combinan perfectamente con edificios históricos. Hemos estado pocas horas en Frankfurt, pero lo que hemos visto nos ha gustado mucho. Quizás para volver en otra ocasión y hacer una visita más completa. Pagamos 8€ de parking y antes de volver al camping paramos en un Lidl para hacer unas compras. En el camping se está fresquito, de hecho, ahora que estoy escribiendo el diario casi tengo frío. Está todo muy tranquilo, solo se oye hablar al vecino... Está solo y creemos que trabaja por la zona, y vive en la caravana, porqué tiene la mesa llena de papeles, carpeta, grapadora… Después de poner sus papeles al día, se dedica a fumar y hablar por teléfono durante horas. Por suerte se retira temprano a dormir. Cenamos fuera abrigaditos e incluso nos atrevemos con la partida. Temperatura máxima de hoy 23º

Frankfurt

Miércoles 14/08/19 Me despierto antes de las 07:00 y veo que el termómetro interior marca 17º y fuera 14º. No está nada mal. Va bien para compensar las altas temperaturas, que hemos tenido en casa durante semanas. Remoloneo un rato y nos levantamos, menos Ariadna que duerme como una marmota. La despegamos de la cama, desayunamos y nos preparamos para otro “duro” día de la vida del turista. Salimos a las 09:00 con 15º. Aproximadamente 1 h. más tarde llegamos a Idstein. Tenía muchas expectativas, pues la información que encontré me dejó maravillada. Ya sabemos lo que pasa a veces cuando esperamos mucho… quizás la realidad no concuerda con lo que esperábamos. Idstein no forma parte de la ruta de los cuentos de Grimm, pero es realmente de cuento de hadas. Numerosas casas de entramado de madera de los siglos XV al XVII, bellísimamente decoradas, su curiosa y colorida casa torcida del 1727, un precioso ayuntamiento o su espectacular oficina de turismo, una altísima torre de las brujas o Hexentum, como le llaman ellos y un castillo forman un conjunto realmente impresionante. Por lo menos a mí me robó un poquito el corazón y lo adopté “oficialmente” como mi pueblo alemán. Al ser bastante temprano, no encontramos casi gente. Ningún grupo de japoneses... Solo unas pocas personas desayunando o paseando y nosotros llenándonos los ojos con su belleza. Lo que si había es una furgoneta de DHL, que con su amarillo cantón no es que se pueda camuflar en las fotos. Por suerte el repartidor es rápido y se marcha raudo y veloz. Nosotros también lo hacemos, pero despacito. Idstein

Llegamos a Limburg au der Lahn casi a mediodía. Su centro está repleto de casas de entramado de madera muy antiguas y numerosas plazas con restaurantes llenos de gente. En lo más alto de la ciudad, una imponente catedral y por todas partes algunos turistas, la mayoría alemanes. Buscamos sitio para comer, hoy nos apetecen salchichas, pero la mayoría de los restaurantes son italianos. Acabamos en un Nordsee, el famoso “fast food” de pescado que está por toda Alemania. Se come bastante bien y los precios no son muy caros. A quien no le guste el pescado que se abstenga de ir… Al salir Ariadna y yo nos tomamos y helado y Xavi un café. De vuelta al coche, ponemos en el navegador dirección Runkel. Paramos solo un rato, porqué la idea era ver la “postal” del castillo en ruinas dominando el pueblo. Es bonita esa postal. El precioso día que hace también ayuda a que luzca más bonito. La última visita de hoy es Weilburg. Es una antigua ciudad residencial situada en una colina y la principal atracción es su castillo barroco y jardines. Al castillo no entramos, tan solo paseamos por los jardines y sus patios interiores. Hay poquísima gente y se está muy tranquilo. Volvemos a casa temprano para descansar, escribir el diario y repasar la ruta de mañana. El vecino de al lado está calladito, de momento… En frente tenemos nuevos vecinos, son holandeses y tienen dos niños. La niña es tranquila, pero el niño más pequeño está dando la vara sin parar. Parece muy mimado y consigue todo marraneando. Una vez que el niño se duerme, el vecino de al lado empieza con sus llamadas. ¡Mucho más de media hora hablando, fumando sin parar y tosiendo que parece que se vaya a ahogar! Cenamos, jugamos un rato a las cartas y vamos a dormir. Hoy hemos tenido una temperatura máxima de lujo. 22º Limburg au der Lahn Runkel Weilburg

Jueves 15/08/19 Nos despertamos con el sonido de la lluvia. Hace fresco y nos llevamos más ropa para no pasar frío. A las 10:00 cuando salimos el termómetro del coche marca 15º. La primera parada de hoy es en Steinau au Der Straße. Aparcamos en la parte exterior del castillo. Al salir del coche, nos ponemos chubasqueros (parecemos cebollas con la cantidad de capas que llevamos) y abrimos paraguas. Entramos por debajo del castillo, el pueblo es muy pequeño, tiene casas muy antiguas, algunas un poco descuidadas. Imagino que no todo el mundo puede permitirse restaurar una casa tan antigua y mantenerla como si fuera de cuento. Lo más destacable de este pueblo, es la casa donde vivieron los hermanos Grimm, ahora es un museo en el que no entramos. Ha dejado de llover, pero la temperatura no sube de 19º. Continuamos hasta llegar a Gelnhausen. Leí que es una de las 10 ciudades más bonitas de la zona. Quizás si lo sea, realmente tiene una gran plaza en el centro, bordeada de casas preciosas. Hoy no sé si será porqué es fiesta o llueve, pero estamos prácticamente solos. Callejeamos un rato y desistimos en nuestra intención de comer allí porqué aparte de alguna tienda abierta, la mayoría de los restaurantes están cerrados. Nos vamos con la música a otra parte. Gelnhausen

Llegamos a Hanau, ciudad natal de los hermanos Grimm. Aparcamos en el parking subterráneo de unas galerías comerciales en pleno centro. Allí está todo abierto, hay gente por la calle, empieza a salir el sol y la temperatura alcanza los 22º. Comemos unas salchichas en el centro comercial y al terminar damos una vuelta. Vemos la estatua de los hermanos Grimm y poco más. No nos parece una ciudad muy bonita, pero no podemos opinar, ya que solo hemos paseado por las calles más céntricas y están de obras. Nos marchamos hacia la última visita de hoy. Seligenstadt nos sorprende muy favorablemente. Tiene numerosas casas de entramado de madera muy bien conservadas. En la plaza principal hay un pequeño mercadillo donde venden artículos de 2ª mano. Hay muchos restaurantes y cafeterías llenos de gente. Llegamos hasta el monasterio y paseamos por sus bonitos jardines. Estamos sacando fotos, cuando notamos la primera gota de lluvia, en nada llega la segunda y al poco rato… ¡¡pies para que os quiero!! Carrera hasta el coche. Suerte que llevábamos los impermeables. Compramos pan para la cena y volvemos a casa. Aún es temprano y parece que el sol quiere salir, la temperatura vuelve a ser de 19º pero no molesta el fresco, al contrario. Estamos descansando en nuestra parcela en medido de la “jungla”, y nos viene a visitar una ardilla que debe ser vecina nuestra, ya que por la mañana mientras desayunábamos, rondaba por aquí y le hemos dado unas nueces que no ha tardado en llevarse. Después de un rato, tenemos tanto frío fuera que decimos que hoy cenaremos dentro. Hemos hecho bien, ya que en poco rato se pone a llover. Después de la cena (hoy a un horario un poco más europeo), jugamos unas partidas al Rummi y a dormir. Seligenstadt

Viernes 16/08/19: Xavi se despierta pasadas las 7, yo continúo remoloneando en la cama hasta las 8 y Ariadna duerme como una marmota hasta más tarde. Después de desayunar empezamos a recoger, ya que hoy toca cambio de camping. Voy a recepción a pagar y casi no lo consigo, ya que el dueño estaba a punto de irse. De hecho, una vez que ha venido a desconectar la corriente y le he pagado, ha cerrado la recepción y se ha largado… ¡a media mañana y a horas en que la recepción debería estar abierta! El trayecto hasta Marburg es de más o menos 1 hora y llegamos al camping Lahnaue fácilmente. Nos atiende una mujer amabilísima que nos habla en castellano. Nos pide una fianza de 10€ para la llave de los servicios y nos asigna una parcela enorme. Enorme quiere decir que caben coche, caravana y avancé con mucha holgura y aún sobra espacio. Montamos y preparamos unos garbanzos con jamón. Comemos dentro porque fuera da mucho el sol. Mientras Xavi hace la siesta, Ariadna y yo jugamos una partida al parchís (que gana ella). Una vez descansados nos vamos a Dillenburg, nuestra intención era visitar sus casamatas, pero están cerradas. Solo las abren a las 13:00 (poco habitual la hora de apertura…). Ya que estamos allí bajamos al pueblo para dar un paseo. Hay algunas casas de entramado, pero no las apreciamos mucho porqué aparte de estar mezcladas con construcciones más modernas, al haber visto otros pueblos tan preciosos, este no nos parece tan bonito. Volvemos al camping previa parada en un Lidl. Llegamos temprano y vamos a estrenar las duchas. Están super bien, de hecho, el camping nos parece fantástico, llano, mucho césped, parcelas grandes, servicios limpios, personal amable, tranquilo. Por ponerle algún pero, diría que le faltan puntos de agua en parcelas y la autopista está prácticamente al lado y se oye bastante el tráfico, también una vía de tren cercana rompe la tranquilidad en algunos momentos. A pesar de eso, repetiría sin pensármelo. Después de la ducha, escribo mi diario y me relajo un rato antes de cenar. Dillenburg

Sábado 17/08/19: Hoy amanece nublado, de hecho, durante la noche ha llovido un poco y parece que hoy tampoco pasaremos calor. Desayunamos y nos marchamos a Alsfeld. Aparcamos en zona… ¿¿gratis?? El parquímetro está tapado con precinto y vemos que los otros coches tienen un reloj dónde indican la hora en que se han aparcado. Hemos visto que algunos parkings permiten aparcar gratis con un límite de tiempo. En esos sitios la gente pone esos relojes, pero como no tenemos ese artilugio, anotamos la hora en un papel y la dejamos visible en el interior. Esperemos que a la vuelta no encontremos un “regalito” en el parabrisas…. Enseguida llegamos al centro y como va siendo habitual por esta zona, las casas son muy antiguas y bien conservadas. El ayuntamiento es precioso y muy antiguo, se sitúa en un lateral de la plaza, donde hoy parece ser que hay fiestuky porqué están montando un pequeño mercado, juegos para niños y una cantidad importante de bancos y mesas de un bar. En una de sus calles hay una serie de zapatos y botas de color naranja, que están dispuestos como si fueran pasos, van desde una tienda de artesanía hasta otra de una calle lateral. También mucha gente con preparativos para la fiesta que se prepara. Vamos hasta la Alsfeld Fairy Tale House situada en un edifico del 1628. En la puerta encontramos una familia de catalanes que también lo van a visitar. Nos quedamos sorprendidos porque lo que estamos encontrando por esa zona, es turismo mayoritariamente alemán, algún holandés y… nosotros. Jajaja! En el interior del museo hay casas de muñecas, representaciones de cuentos y muñecas antiguas. Es curioso y recomendado si se va con niños, aunque todo está en alemán y algunos cuentos ni los conocemos. Tengo entendido que solo abren los sábados y domingos y el precio de las entradas es de 3€ para los adultos y 2€ para los niños. Volvemos al centro y vemos que se ha llenado bastante de gente. Entramos en una librería y están de celebración porqué tienen pasteles y cava. Como no nos invitan, volvemos al coche y no encontramos ninguna multa en el parabrisas. Menos mal. Aldsfeld

Volvemos al camping y cocinamos unos tortellini. Después de comer, Xavi hace su siesta y Ariadna y yo un par de partidas al parchís. Un poco más tarde nos volvemos a poner en marcha, el camping está “cerca” del centro de Marburg pero como es una buena caminata, vamos en coche. Aparcamos en la planta 10 de un parking y subimos en ascensor hasta la 14. Tiene la salida justo en el casco antiguo. En esta ciudad estudiaron derecho los hermanos Grimm. Tiene una de las universidades más famosas de Alemania. Su centro histórico lleno de callejuelas empinadas está repleto de edificios medievales muy bien conservados, su ayuntamiento es espectacular. Hay mucha gente en los restaurantes, no sabemos si comen tarde o cenan temprano porque son las 16:00 h. Y con esos platazos que se están zampando, dudo que sea la merienda… Subimos los más de 100 escalones hasta el castillo y por el camino nos encontramos 3 bodas (y ningún funeral) en diferentes iglesias. Desde el castillo se tienen buenas vistas de la ciudad, aunque el día gris no ayuda a que luzca como podría hacerlo en un día soleado. Pero no nos quejaremos, que de momento aguanta sin llover… No nos ha dado tiempo para visitar la Elisabethkirche porque cierran a las 17:00, por lo que cogemos el coche y nos vamos raudos y veloces a visitar el jardín botánico, está en las afueras de la ciudad y cierra en poco rato. El precio de la entrada es de 4€ y lo que más nos atrae es el pabellón de las mariposas, que no es ni mucho menos como el de Mainau, pero pasamos un buen rato intentando que alguna mariposa de pose en nuestras manos. Invito a una y tengo la suerte que se posa sobre mi dedo un ratito. Sacamos algunas fotos antes de que salga volando. Continuamos con el paseo y admiramos algunos ejemplares de plantas y árboles preciosos. No hay casi nadie, imagino que es debido a que las taquillas cierran a las 18:00 y casi lo son, por lo que decidimos marcharnos y volver al camping a relajarnos un rato. Escribo el diario, leo un poco. Cena, partida de cartas y a dormir. Marburg

Domingo 18/08/19: Durante la noche ha ido lloviendo a ratos y el pronóstico es que hoy sea un día gris. Después del desayuno, nos ponemos en ruta. La primera parada es en Bad Wildungen, ciudad balnearia con un bonito centro histórico y casas muy antiguas de entramado. No hay apenas gente por sus calles, imagino que el hecho de que sea domingo, bastante temprano, temperatura fresca y a punto de llover no animan a la gente a salir. ¡Solo los “sacrificados” viajeros nos atrevemos… jajaja! Bad Wildungen Continuamos hasta Wolfhagen, su centro es muy pequeño y aparte sus antiguas casas, lo más destacable es la estatua del lobo y uno de los 7 cabritillos. Se encuentra en una plaza, al lado de una fuente y con la iglesia de fondo. Como en el pueblo anterior, a pesar de que es más tarde, tampoco hay casi nadie. Teníamos la intención de comer por allí, pero está todo cerrado, por lo que decidimos marcharnos.

Aunque no está en los planes de hoy, vamos a Kassel, pensamos que, al ser una ciudad más grande no tendremos problemas en encontrar restaurante. Aparcamos en la calle (hoy es gratis), cerca de lo que a nosotros nos parece que es su centro comercial. Encontramos un restaurante italiano llamado L’Osteria. Pedimos 2 pizzas y un carpaccio. Las pizzas son enormes, deben medir unos 50 cm. De diámetro, de pasta muy fina y riquísimas. El carpaccio también está muy bueno. El café, como debe estar en un italiano. Todo ello acompañado con hilo musical de Eros Ramazzoti. Antes de marcharnos vamos al baño y nos sorprende que en unos altavoces se escuchan clases de italiano para alemanes. Muy original. El precio 51€ Al salir, ya que estamos en Kassel intentamos ir al castillo de Löwenburg, situado en el parque Wilhemshöle. Hay muchos coches y cuando finalmente aparcamos, paseamos por unos senderos entre prados y altísimos árboles en busca del castillo. Google Maps nos indica que está a 20’ caminando. Descartado. Decidimos volver otro día que no sea festivo ni esté tan masificado de gente. Hemos tomado una buena decisión porqué aparte que la temperatura ha subido hasta los 26º, cuando llegamos al coche empieza a llover. De vuelta al camping quedan 2 pueblos para visitar. El primero es Fritzlar y por suerte durante el trayecto ha empezado a salir el sol y la temperatura ha bajado hasta los 23º. Aparcamos cerca del centro y vemos que hay muchísima gente. En la parte exterior de las murallas hay muchos juegos para niños. En el centro del pueblo hay un grupo cantando y algunos puestos de mercado, uno exhibe 5 aves rapaces impresionantes, otros donde venden artesanía y toda clase de productos. Las cafeterías y bares están repletos de gente, no me extraña, fiestas en el pueblo y con un tiempo inmejorable. Paseamos, sacamos fotos, admiramos sus bonitos edificios y nos marchamos con la música a otra parte.

Fritzlar Esa parte es Schwalmstadt. Se dice que los hermanos Grimm se inspiraron en los trajes tradicionales para hacer el vestido de caperucita. En algún lugar del pueblo hay una estatua que está con el lobo, pero no la logramos encontrar. Paseando llegamos al centro de pueblo y nos encontramos unos niños jugando en la fuente. Uno de ellos está dentro y el otro menos valiente o caluroso solo juega a salpicar. De vuelta al camping, arreglamos el toldo que con el viento se ha medio desmontado en los extremos. Como la temperatura es buena, cenamos fuera. Partida de cartas y a dormir. Hoy hemos tenido una gran variedad de temperaturas. Por la mañana entre 17º y 19º. A mediodía en Kassel a 26º y por la noche vuelta a los 17º Schwalmstadt

Lunes 19/08/19 Al subir las persianas veo que el tiempo es bueno, solecito con algunas nubes. Nos ponemos en marcha rápido, hay que recoger todo porqué toca traslado de camping. Una vez desayunados y con todo recogido, voy a recepción a devolver la llave y a pago por los 3 días 84€ Nos dirigimos hacia el norte. El tráfico está bien y llegamos a nuestro destino pasadas las 11:30. El camping escogido es el Am Fluss Oberweser-Oedesheim. Por suerte aparcamos antes de entrar… Ariadna y yo vamos a la recepción. No la encontramos, damos unas vueltas por el camping y un hombre que está sentado en un banco acompañado de su perro, nos dice que los dueños han ido a un festival o feria y no volverán hasta las 15:00. Alucino bastante… Le pregunto si sabe si podemos entrar e instalarnos y me contesta que cree que no. Yo le explico que no podemos estar más de 2 h. sin electricidad y tenemos congelados aparte que sin electricidad no podemos preparar la comida. El pobre se apiada de nosotros e intenta llamar a los dueños desde su móvil, pero no le responden. Entretanto Ariadna y yo vamos a inspeccionar el camping. Los servicios son correctos, hay muchos fijos, pero al lado del río hay parcelas libres. Cuando estamos decidiendo si nos arriesgamos a instalarnos, viene el hombre y me dice: I have an idea… Se ofrece a ir a buscar a los dueños y promete estar de vuelta en 10 o 15’. ¡Dicho y hecho! Vuelve disculpándose por no haberlos encontrado. Nos dice que a 4 km. Hay otro camping (es el Gieselwerder, justo el que tengo como 2ª opción en mi planning), le pregunto si sabe si está abierto (no sea que estén también en el festival o cerrado por descanso de mediodía…). El buen hombre saca el móvil y llama. Me mira con cara contenta y me dice que está abierto, tienen plazas y nos esperan. Le agradezco enormemente la ayuda que nos ha prestado y nos marchamos hacia al camping Geiselwerder. En cuanto entro, el hombre de recepción me dice: ¡venís de España! Yo le digo que sí, concretamente de cerca de Barcelona y me habla de Empuriabrava con entusiasmo. Me enseña un plano del camping y me indica las parcelas que están libres. Me dice que las vayamos a ver y escojamos nosotros mismos. La que más nos gusta es grande (de hecho, todas lo son), tiene una preciosa y mullida hierba que parece una gruesa alfombra, está al lado del río y nadie nos tapa las vistas que son bonitas y relajantes. Hacemos papeleo en la recepción y nos instalamos. Preparamos sopa y descongelamos la tortilla de patatas. Después de comer, Xavi hace una pequeña siesta y Ariadna y yo jugamos al parchís y… ¡me vuelve a ganar! Una vez descansados nos marchamos a Göttingen. Es una ciudad universitaria muy animada. De allí han salido 40 premios Nobel. Paseamos por su centro y vemos que la parte comercial está bien integrada con sus casas antiguas. En frente del ayuntamiento está la estatua más besada del mundo (o eso dicen…). Es la Gänseliesel a quien besan todos los estudiantes que han terminado el doctorado. De vuelta al camping paramos en un Edea para hacer unas compras y una vez llegamos me pongo a escribir porque si no se acumula el trabajo. Mientras escribo estas líneas, me voy despistando admirando el rio, la tonalidad del agua a medida que se va poniendo el sol es preciosa. Temperatura máxima de hoy 22º (creo que esta perfección va a durar poco….) Camping Gieselwerder Göttingen

Martes 20/08/19 Me he despertado hecha un ovillo y encogida de frío. ¡Qué sensación más buena, sobre todo después de semanas intentando dormir en casa con el ruidoso aire acondicionado! Subo la persiana y veo poco ya que hay niebla bastante espesa. El río ni se ve. A las 08:00 ponemos una lavadora (el dueño nos dio hora, como el que pide cita en la peluquería). Lavamos, secamos y tendemos la ropa más delicada que se secará al sol gracias a que la niebla ha desaparecido. Salimos a las 10:30 y el termómetro del coche marca 16º. La primera visita de hoy es Hann. Münden. Una pequeña ciudad que hace años nos dejó alucinados, paramos cuando íbamos a Noruega y fueron las primeras casas de entramado de madera que vimos. Rodeada de 3 ríos, Münden quedó intacta tras la II guerra mundial, todas las casas del centro están en perfecto estado y es visita obligatoria. Hann. Münden Después de deambular por su centro histórico, nos marchamos a Kassel, si lo sé, Kassel no es precisamente nuestra favorita, pero tenemos hambre y nos apetece comer en l’Osteria. Esta vez pedimos 1 pizza (realmente mide 45 cm. de diámetro), un plato de pasta y uno de spaguetti de calabacín con verduritas y gambas. ¡Todo riquísimo! Esta vez pedimos 2 postres, un coulant de chocolate con helado de mango (¡¡¡espectacular!!!) y un tiramisú que está bueno, pero me da que en lugar de mascarpone lo han hecho con nata. Un par de cafés y nos damos una vuelta por unas galerías comerciales que están al lado. El objetivo real de volver a Kassel no ha sido el de comer en restaurante italiano, eso lo podríamos haber hecho en cualquier lugar, ya que hasta los pequeños pueblos tienen alguno, de hecho, casi hemos visto más restaurantes italianos que Biergarten. Volvemos al parque Wilhemshöle. Hoy hay pocos coches y se puede aparcar perfectamente. Tomamos caminito cuesta arriba hasta llegar al castillo Löwenburg. Decepción… Ni se puede visitar ni se ve bien, ya que hay una grúa inmensa y unas vallas lo rodean. ¡Está en plenas obras, que pena! Continuamos paseando y vemos las famosas cascadas de más de 300 años de antigüedad. Están declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El agua que baja por ellas es más bien escasa. Por suerte compensa el magnífico parque de árboles gigantescos, verdes prados y lagos con patos y nenúfares. Decidimos no subir hasta Hércules, hay mucha cuesta y hemos caminado bastante. Volvemos al camping, recogemos la ropa y pasamos por la ducha que, por cierto, son nuevas y están geniales. Al salir me encuentro con nuestra vecina holandesa y charlamos un rato. Mientras preparamos la cena, la vecina se acerca y nos explica que las cascadas de Kassel solo funcionan los miércoles, sábados y domingos. ¡Con razón! ¡Y nosotros pensando que había sequía y por eso el caudal era tan escaso! Cenamos fuera bien abrigaditos y jugamos a las cartas, pero hace bastante frío y se agradece mucho meterse en la cama tapados hasta las cejas. Temperatura máxima 21º

Wilhemshöle

Miércoles 21/08/19 Me despierto a las 07:00, los otros duermen plácidamente y aprovecho para leer 1 horita. ¡Vaya lujo! Hoy como ayer, hay niebla, el termómetro marca 10’4º. Decidimos que es mejor desayunar dentro. La niebla se va disipando y cuando salimos luce un bonito sol. Vamos a Sababurg, es el castillo de la bella durmiente. Cuando llegamos está cerrado, solo hacen representaciones 2 o 3 días a la semana y hoy no es uno de ellos. Continuamos hacia Hofgeismar, es un pueblo tranquilo con un pequeño centro bien cuidado, pero delante del ayuntamiento están haciendo obras y le resta encanto. Continuamos hasta Trendelburg, el pueblo en sí no tiene nada especial, pero en lo alto está la torre de Rapunzel de 40 m. de altura. De una de sus ventanas cuelga una trenza. ¿Estará Rapunzel aún allí dentro? Por 4,5€ se puede subir a la torre, pero no nos apetecen sus 130 escalones. Preferimos pasear por su alrededor, donde hay mucha vegetación, un restaurante con un patio muy acogedor, y unas mesas muy bien dispuestas que dan ganas de quedarse, pero es temprano y hoy llevamos picnic. Trendelburg Nos marchamos al castillo de agua Wülmersen. Muy bien restaurado, ahora alberga un centro donde se hacen talleres, exposiciones y un bar con unas agradables mesas en el exterior. En un prado cercano, hay un grupo de jóvenes que han teñido camisetas hippies y ahora están jugando. El lugar es muy bonito y tranquilo. Wülmersen

Pasamos por Bad Karshafen. Lo tenía puesto con un “?” en el planning, pero desde el coche podemos ver que sus blancos edificios no están muy bien restaurados, quizás es una falsa impresión y nos equivocamos al no parar, pero no nos apetece. Como estamos cerca de casa, decidimos hacer el picnic en la caravana, ¿para qué vamos a buscar una zona de picnic teniendo nuestra casita tan cerca? Estaremos más cómodos y relajados. Después de comer decidimos qué hacer por la tarde, o bien ir a ver las cascadas de Kassel o visitar alguno de los lugares previstos para mañana. Nos decidimos por la ciudad poco “agraciada”, pero solo al parque para ver si es verdad que hoy han abierto el grifo y sus cascadas van repletas de agua. Cuando llegamos intuimos que sí, que hoy había algo especial, digo había porqué cuando salimos del coche y empezamos a caminar cuesta arriba somos los únicos que van a contracorriente, montones de personas bajan… Caminamos un rato hasta una parte que es un tanto tétrica, tanto que a mí me recuerda la entrada de las minas de Moria del Señor de los Anillos, imagino la escena donde dice la famosa frase: ¡”Corred insensatos”!, solo que aquí el entorno es infinitamente más bonito. Vemos que hay más agua que ayer, pero poca. Al final leemos que las compuertas las abren a las 15:45 los miércoles y domingos. ¡Hemos llegado tarde por 20’! De vuelta al camping paramos a comprar unas cervezas belgas para mí, sí lo sé, estamos en Alemania y tienen muy buena cerveza, pero entre gustos… Lo cierto es que he traído Voll Damm de casa, pero calculé mal y solo me quedan 2 que voy a racionar. Cuando llegamos al camping, ellos se quedan y yo me voy dando un paseo hasta Gieselwerder. Es pequeño y las terrazas de los bares están repletas de gente, su ayuntamiento, justo al lado del río está rodeado de una pequeña muralla y es muy bonito. De vuelta, escribo el diario, pongo a cocer unos huevos para la cena y a leer un rato hasta la hora. Máximo 22º Gieselwerder

Jueves 22/08/19 Hoy a diferencia de los días anteriores, no hay niebla matinal, pero la temperatura exterior a las 7:00 es de 9,9º y dentro 14,5º. Las previsiones son que viene calor, de aquella que a nosotros no nos gusta nada de nada, pero que le vamos a hacer. Desayunamos fuera, yo al sol (¡¡lo nunca visto!!), pero con el fresquito apetece de verdad. Salimos poco antes de las 10:00 hacia Wölfenbuttel, encontramos largos tramos de obras en la autopista (para variar…). Esta ciudad quedó indemne de los bombardeos de la II guerra mundial y esto se puede ver en su centro perfectamente conservado. La Markplatz es sencillamente espectacular, numerosos comercios y cafeterías le dan un ambiente muy animado. Wölfenbuttel

Después del paseo, como aún es temprano para comer (al menos para nosotros), decidimos ir a por la segunda visita del día y comer allí. En poco más de ½ hora llegamos a Goslar. Ciudad histórica que conserva su trazado medieval y numerosos edificios góticos, renacentistas y barrocos. Todo ello gracias a que sufrió poco los ataques de la II guerra mundial. Dispone de unas 1.500 casas de entramado de madera. El conjunto hace que esté en la lista de los lugares Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Teníamos planeado visitar la sala de consejo del ayuntamiento, pero está cerrado por obras. Goslar Es hora de comer y lo hacemos en un café en la Markplatz donde sirven comida típica... No me resisto a la tentación de pedir una apfelstrudel de postre. El sol calienta bastante hoy, pero fuera en la sombra se está muy bien. Justo después de comer, a las 15:00, en el edificio Kaiserringhaus salen unas figuritas de su carrillón, con una música que no se termina nunca, me imagino que se me hace largo porqué estamos a pleno sol. Damos un paseo y lo que vemos nos encanta. Es como si cada lugar que visitamos fuera más bonito que el anterior. No es realmente cierto, pero las visitas de hoy son de las más espectaculares que hemos visto. Llegamos al camping poco antes de las 19:00 y Ariadna y yo aprovechamos para darnos un bañito en la piscina que hay justo al lado. Los usuarios del camping tenemos entrada gratuita. Nuestra vecina holandesa nos dijo ayer que el agua estaba muy bien, pero a mí que me gusta fresquita, la encuentro fría. Nos bañamos en la piscina grande porqué la que tiene el tobogán tiene solo 60 cm de profundidad y deducimos que es para niños, ¡lástima! En todo el recinto debe haber unas 10 o 12 personas y se está muy tranquilo, pero tanto dentro como fuera del agua hace fresco y están a punto de cerrar, por lo que nos duchamos en los vestuarios y volvemos al camping. Ariadna se pone a hacer deberes de mates y yo a escribir el diario antes de preparar la cena. Temperatura máxima 25º (la perfección existe…)

Viernes 23/08/19 Me despierto bastante temprano encogida de frío, el nórdico no abriga lo suficiente. Veo que la temperatura interior no llega a los 15º y fuera menos de 9º. Me encanta. Xavi se levanta y como hoy no tenemos programadas muchas visitas, saco una colcha del armario, me tapo y me dedico a leer un buen rato. Cuando escucho que Ariadna se levanta, decido hacerlo yo también. Desayuno la última y veo a los vecinos holandeses a punto de marcharse. Nos despedimos y al poco rato su plaza la ocupa una furgoneta con un señor suizo que viaja solo. Realmente ha durado poco la parcela libre. Xavi prepara unos bocadillos, fruta, llena las botellas de agua y nos marchamos a Höxter. Es una pequeña ciudad que no está en la ruta de los cuentos de hadas, pero en algún sitio leí que por allí “estuvieron” Hansel y Gretel y pensé que podríamos echar un vistazo. Es una ciudad bastante moderna, pero quedan algunos edificios del siglo XVI que son una pasada. Hay uno del año 1554 que quizás es el más bonito y trabajado de todos los que hemos visto hasta ahora, el problema es que el sol está justo detrás y si a simple vista se aprecian todos los detalles, dudo mucho que las fotos le hagan justicia. Su ayuntamiento es precioso (foto inferior izquierda). Encontramos una boda y están todos sacándose fotos, hasta aquí nos parece normal, pero incluso llevan dos ponys muy bien acicalados. ¿Será un regalo de boda? Aparte de pasear también entramos en algunos pequeños almacenes para hacer unas compras, algunas necesarias y otras no tanto, pero ¿¿quién va a decir que no a camisetas 100% algodón a 2,99€??. Pagamos 1€ por el parking y nos marchamos. Höxter

Por la carretera tenemos la suerte de encontrar una zona de picnic con una mesa en la sombra. Se está bien, aunque ya estamos a 26º (¡¡ya los querría yo para Terrassa durante todo el verano!!). Después de comer vamos a Polle, lo más destacado son las ruinas del castillo de Cenicienta. Pagamos 5€ para los tres y bajo un sol de justicia entramos para ver lo poco que queda. Subimos la escalera circular que lleva a la torre y una vez arriba nos encontramos una familia que curiosamente son españoles, digo curiosamente porqué pocos hemos encontrado por esta zona. Después de charlar un rato con ellos, nos damos cuenta que nos estamos asando, en el sol hace un calor de mil demonios. Bajamos y les indicamos donde está el zapato de Cenicienta, pues su niña (lógicamente) quiere verlo. Nos despedimos y entramos en el coche que al estar al sol parece un horno. Polle Con el aire a tope nos marchamos a Externsteine. El parking vale 3€ para todo el rato que nos quedemos. Empezamos a caminar y en pocos minutos llegamos a la atracción del lugar. Es un complejo megalítico con unas formaciones rocosas gigantes bastante impresionantes, a las que han puesto unas escaleras para que puedas subir a lo alto. Se cree que fue un lugar religioso antes del cristianismo, pero no está del todo fundamentado. Para subir a lo alto de las rocas, me parece ver que la entrada vale 4€ pero no nos apetece. Preferimos pasear por los alrededores. Hay numerosos senderos para hacer excursiones, allí se cruzan dos especies de GR que uno va de Palermo a Nordkapp (solo unos 7.000 km) y otro de Boulogne sur Mer hasta St. Petersburgo (este más “cortito” … 3.700 km). De vuelta a casa paramos en un super para hacer la compra, pues mañana sábado cambiamos de camping y en domingo todo está cerrado. Llegamos temprano y dentro de la caravana hace mucho calor, abrimos todo para que se ventile y ponemos en marcha el aire acondicionado. ¡Quien lo hubiera dicho esta mañana cuando casi me congelo! Recogemos todo lo que podemos, toldo, suelo etc y nos atrevemos a abrir la trampa para avispas… ¡¡En nuestra vida hemos visto tantas, hay entre 60 y 70, de verdad que no exagero!! Están casi todas muertas pero las rocío con insecticida por si queda alguna viva y furiosa. Después de una buena ducha, (las de este camping son casi las mejores que hemos encontrado nunca) escribo estas líneas mientras el sol se va escondiendo detrás de las colinas. Se está de maravilla. Hoy intentaremos cenar antes de las 21:00, creo que somos los únicos en el camping que aún no lo hemos hecho ¡y eso que no son ni las 20:00! Se nota que es viernes porqué está mucho más lleno, pero incluso así está tranquilo. Dia de calor en el sol. Máxima 27º y subiendo…

Externsteine

Sábado 24/08/19 7:00 y 10º. Nos levantamos sin prisas ya que tenemos casi todo recogido y el trayecto hasta el próximo camping no es muy largo. Por 5 noches pagamos 155,90€, un precio justo por una muy buena parcela, buenas instalaciones con duchas inmejorables y tranquilidad absoluta incluso estando lleno. Recomendable al 100%. A medida que nos adentramos hacia el centro de Alemania, el paisaje va cambiando, del verde pasa al amarillo, ya que hay muchos campos de cereales y la temperatura va subiendo. Llegamos al camping Weißensee hacia las 13:00 h. Cuando entramos se me cae el alma a los pies. La hierba es amarilla, caminos polvorientos, muchos bungalows viejos y las instalaciones que dejan mucho que desear. Nada parecido con las fotos que encontré en internet, pero me pareció el mejor situado para las visitas que queríamos y no siempre sale bien la jugada… Puedo entender qué si hace mucho calor y no llueve, la hierba esté seca y los caminos polvorientos, pero la dejadez que encontramos podría evitarse y es una lástima porqué a pesar de la hierba seca, es un gran terreno muy arbolado. La mujer que me atiende en recepción casi no hablaba inglés, pero entiendo que me indica que sigamos a un hombre que no lo habla nada. Nos quiere asignar una parcela a pleno sol y le pedimos una con sombra. Nos cambia a una que también está a pleno sol, pero los árboles que hay detrás, al atardecer nos darán sombra. Más que una parcela, es un “prado” y las caravanas y autocaravanas estamos situados en forma circular y los coches se aparcan en el otro lado del polvoriento camino. Montamos, hacemos la comida y ponemos una lavadora que “solo” tarda 2h.15’. Después de comer y tender la ropa nos vamos a Erfurt, aparte de visitar la ciudad, hemos quedado para ver a un amigo mío que hace un par de años vino a vivir aquí. Después de un emotivo reencuentro, nos lleva a visitar los rincones más destacables de la ciudad. Casualmente hoy se celebra el día del orgullo gay y hay mucha gente. La ciudad es muy bonita y lo más interesante es el Krämerbrücke, un puente cubierto con edificios de entramado de madera donde hay algunas tiendas de artesanía. Bajo un sol abrasador subimos hasta la Petersberg Citadel, una fortaleza barroca del 1674 muy bien conservada. Vemos con pena que la hierba que la rodea está completamente seca, mi amigo nos explica que están teniendo un verano horriblemente caluroso y seco, solo ha llovido 3 o 4 días. Creo que está pasando en casi toda Europa. Después del calor pasado, buscamos una terraza para tomarnos unas cervezas. Mientras estamos allí, pasa un amigo suyo con su hijo y se nos unen, es de Navarra y lleva años viviendo allí. Nos explican que Erfurt es una ciudad animada pero muy tranquila. Nos despedimos y quedamos para otro día. De vuelta al camping paramos a comprar algo de comida. Al entrar en la caravana, un calor sofocante nos da la bienvenida. Ponemos el aire a tope y cenamos fuera sin una mísera brisa que refresque. A medio cenar nos invade un “aroma” a cigarro puro, vemos que viene de una autocaravana cercana. Si no es el hombre con los puros, es la mujer con los puritos, se van turnando y es un no parar hasta que nos vayamos a dormir. Realmente a nosotros que no fumamos nos molesta mucho, por lo que jugamos poco rato a las cartas y nos vamos a dormir. Dentro aún hace calor y creo que hoy el nórdico nos va a sobrar. Cuando se supone que toda la gente del camping está durmiendo, a lo lejos oímos a un tío cantando a pleno pulmón. Siempre hay quien da la nota…. Temperatura máxima 29º Camping Weißensee

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