Jueves 29/08/19 No hemos madrugado más de la cuenta por el hecho de marcharnos. Entre desayunar, recoger y pagar el camping (2 noches 53,80€), salimos que son las 9:00 y el termómetro marca 21º. Hay tráfico, pero se circula bien, el paisaje está bastante más verde que en el centro de Alemania, quizás por aquí sí ha llovido. Paramos en una área de servicio y Xavi y Ariadna se compran unos bocadillos que comen en el coche para estar fresquitos. Yo me preparo una ensalada y me la como en la caravana. Con puerta y ventanas abiertas no se está mal. La temperatura durante el trayecto se mantiene entre los 28º y 29º hasta que pasamos Lyon que sube a los 31º. Paramos en Tain-l’Hermitage ya que la idea es hacer noche en el camping Les Lucs. Es tranquilo, no es muy grande y lo conocemos de haber parado en 2 ocasiones. Cuando llegamos vemos que la entrada está muy cambiada, parece que lo han modernizado. Antes de entrar veo un letrero que en 3 idiomas dice que está completo. ¡No me lo puedo creer! De todas formas, entro a preguntar y me lo confirman. No tienen plazas. Me indican otro que está a 8 km y me sugieren que vayamos rápido porqué a esta hora hay mucho movimiento (solo son las 16:20) y si vamos más hacia el sur, corremos el riesgo de no encontrar parcela. Pues nada, les hacemos caso y llegamos al camping Chantemerle. Hay plazas y nos asignan una con mucha sombra (a petición mía). La parcela es rectangular y bastante grande. Está separada de las demás con unos setos bastante altos. El suelo es herboso y tenemos los servicios muy cerca. Son mixtos como pasa en muchos campings franceses, no me gusta, pero es lo que hay. Hay muy pocos y como es bastante habitual en Francia, no hay papel en los WC (incomprensible cuando estamos pagando por una noche casi 33€) y muy limpios no están (es lo que más odio cuando voy de camping). Cuando estamos desenganchando, pasa un hombre que se ofrece a ayudarnos a empujar la caravana, se lo agradecemos, pero le decimos que llevamos mover. Se queda para ver como lo manejamos y nos cuenta que lleva en el camping desde junio, es un temporero que recoge fruta de una zona cercana. Por lo que hemos visto, en este camping hay bastantes temporeros que viven allí. Los vecinos de nuestra derecha, parecen rusos y no tienen pinta de turistas, más bien deben ser otros trabajadores del campo. Una vez instalados, nos vamos de compras. Compramos quesos y cargamos de yogures, ¡creo que las dos neveras van llenas ya! Pan no compramos, porqué tienen una pinta muy gomosa. Llenamos el depósito y volvemos al camping. Como fuera se está bastante bien, descansamos un poco, escribo el diario y a cenar. Camping Chantemerle
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