Alemania y Praga, un viaje por el patrimonio de la humanidad

Viajes por Europa (IV parte). Alemania y Praga: Un viaje por el Patrimonio de la Humanidad 132 Cuando concluimos la visita, subimos por la calle Nerudova (llamada así en honor al poeta checo Jan Neruda) para acceder al barrio del Castillo. Por cierto, esta es una calle que es mejor tomarla de bajada que de subida, es empinada como ella sola, pero no es posible en nuestro caso. En esta calle también encontramos la famosa casa de los tres violines, la encontraréis fácilmente ya que donde debería estar el número de la calle, hay un rosetón con tres violines. Antiguamente, y dado que en Praga había un alto índice de analfabetismo, las casas no tenían número, si no símbolos que identificaban a sus moradores. De este modo, el cartero identificaba a quién debía entregarle la correspondencia por el rosetón que había en su portal. Cada casa tiene su escudo, y esto es algo que se repite a lo largo de casi todo el casco antiguo de la ciudad. A ambos lados de la empedrada calle Nerudova, se suceden, cafés, pequeñas tiendas de marionetas y objetos curiosos, impresionantes tiendas de cristal de Bohemia, no menos impresionantes palacios y reconfortantes librerías antiguas. De una de estas librerías, quedo prendado.

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