Alemania y Praga, un viaje por el patrimonio de la humanidad

Viajes por Europa (IV parte). Alemania y Praga: Un viaje por el Patrimonio de la Humanidad 148 Alrededor de la plaza hay un sin fin de terrazas y restaurantes donde poder parar a comer o simplemente tomar un aperitivo, aunque os podemos asegurar que la zona no es nada barata. Sin embargo, si os atrevéis a patearos las callecitas que nacen de la zona del Reloj Astronómico, hay varias cafeterías y restaurantes con precios bastante más económicos. También tenéis la opción de comeros un perrito caliente en un puesto ambulante acompañado de una cerveza bien fría, sale más barato pero hay que tomárselo de pie. Sin salir de la Staroměstské náměstí vemos también la Iglesia de San Nicolás, la protestante, recordad que la católica la visitamos ayer en el barrio de Malá Strana. Presidiendo la plaza está el monumento dedicado a Jan Hus, levantado en el mismo lugar donde fue quemado en el siglo XV por defender el protestantismo en una época en la que Praga era obligatoriamente católica. Alrededor del monumento, sentadas en los bancos que circundan la estatua del calcinado político, un grupo de jóvenes rubias se tuestan al sol matutino de Praga. Bronceadas y con facciones tan finas como las de una muñeca de cristal de Bohemia, convierten la plaza en una pasarela improvisada. Un edificio que nos llena de asombro, es la magnífica Iglesia de Nuestra Señora de Tyn. Escondida detrás de una serie de casas bellísimas aparece este santuario gótico de 1360. Su altura es impresionante y sobrepasa a cualquier edificio de la plaza. Sus torres góticas son las que capturan toda la atención al elevarse puntiagudas hacia el cielo por encima de los pintorescos tejados de Praga. Se accede a ella por un estrecho callejón lleno de encanto. De su interior no os podemos contar nada ya que nos encontramos con las puertas cerradas. Se dice que, posiblemente, es la iglesia más bella y enigmática de toda Praga. Aquí está la sepultura de Tycho Brahe, el astrónomo y alquimista que estuvo a las órdenes de Rodolfo II y que, según cuenta una leyenda, perdió la nariz en una pelea y se fabricó una de plata y oro con la que iba a todas partes de la ciudad… curioso personaje. Saliendo de la plaza por la calle Celetná, se llega a la tienda más grande que tiene Svarowsky en Praga. La atestada calle está llena de tiendas de lujo y de restaurantes no baratos, precisamente. 200 metros más arriba está la Torre de la Pólvora, una de las torres que quedan en pie de las que formaban parte de la vieja muralla que protegía la ciudad. A su lado, el nuevo Ayuntamiento separa Staré Město del resto de la ciudad.

RkJQdWJsaXNoZXIy MTMxMjYy