Alemania y Praga, un viaje por el patrimonio de la humanidad

Viajes por Europa (IV parte). Alemania y Praga: Un viaje por el Patrimonio de la Humanidad 150 EL RELOJ ASTRONÓMICO DE PRAGA Si hay un lugar en Praga que concentra más gente que el Puente Carlos, este es el célebre carillón de la Ciudad Vieja, permanentemente admirado con excitación por nacionales y extranjeros, quienes ven aparecer, hora tras hora, en lo alto de la torre municipal: ricachones, signos zodiacales, gallos, los apóstoles y hasta la mismísima muerte, siempre triunfal y sonriente. Construido en 1410, el padre de todos los relojes del mundo se puede ver en un lateral del viejo Ayuntamiento de Staré Město. Según cuenta la leyenda, el mecanismo original fue construido en 1490 por el maestro relojero Hanuš. A su finalización, los nobles de la época le dejaron ciego para que no pudiera hacer nada semejante en ningún otro lugar del mundo. Hanuš, para vengarse, subió a la torre y paró su mecanismo introduciendo uno de sus brazos. Pero la realidad es otra, ya que un grupo de historiadores checos demostraron que el Reloj Astronómico de Praga había sido construido por Nicolás de Kadan en 1410. Durante su larga historia, el reloj ha pasado por muchas vicisitudes en forma de averías o modificaciones, pero la más grave ocurrió en 1945 cuando un incendio provocado por un bombardeo durante la Segunda Guerra Mundial a punto estuvo de destrozar casi toda la construcción. El maestro relojero de la época, rescató de los escombros y cenizas las piezas del reloj que resultaron retorcidas y en parte fundidas por el fuego.

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