Viajes por Europa (IV parte). Alemania y Praga: Un viaje por el Patrimonio de la Humanidad 232 La pereza es muy mala compañera de viaje. Nos levantamos a duras penas a las 8 de la mañana. Yo, particularmente, me acurruco bajo el edredón como si intentará evitar lo inevitable. Próximo destino, Bamberg. Hay momentos en los que me gustaría seguir durmiendo, saboreando ese regusto que dejan los sueños bellos, esos instantes en los que por una vez me hubiesen gustado que fueran verdad, lo malo es que con el tiempo no serán ni recuerdos. El dolor del cuerpo no puede con la claridad de la cabeza y finalmente me levanto. Inma y Javi ya lo han hecho antes. Recién aseados, toca el ágape matutino. Con legañas, el café no sabe igual. El desayuno consiste en fiambres surtidos y otros manjares que hacen agua la boca con sólo imaginarlos. Mientras bebo a sorbos el café descafeinado, me pregunto también cómo irá el día, si tendré que replanificar de nuevo el viaje como ya lo he hecho muchas veces, o, si por el contrario, seguiremos la ruta prevista y mañana ya estaremos en Francia. Negocio con Inma y con Javi el viaje del año que viene aunque más bien son ellos los que negocian conmigo. Tiempo al tiempo. Compramos el pan en la tiendecita del camping (hay que encargarlo en día anterior, recordadlo) y a las 9:10h salimos por la puerta saludando a los compañeros españoles que también salen temprano.
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