Alemania y Praga, un viaje por el patrimonio de la humanidad

Viajes por Europa (IV parte). Alemania y Praga: Un viaje por el Patrimonio de la Humanidad 248 Amanece lloviendo. Hoy es uno de esos días al que le sobra frío y le falta un jersey en el que esconderse mientras te llenas de olores alemanes: un día de Aranjuez en otoño; un día del norte. Miro al cielo y las nubes y nubarrones en el horizonte hacen presagiar que va a ser un día pasado por agua. Y no me voy a equivocar un ápice. Después de un corto desayuno, salimos del parking y casi damos por finalizadas nuestras vacaciones. Ya sólo quedan días de kilómetros. En un instante de nostalgia me conformo con bajar la ventanilla. Instantáneamente vienen a mí los olores de Alemania, esos inolvidables aromas de sus encantadores pueblos. Después de comprar pan a la salida de Bamberg, iniciamos la travesía de Alemania. Más de 300 kilómetros los pasamos con la lluvia como compañera. Ya decía yo que esto tenía mala pinta. Transitando paralelos al curso del Rhin, a las 14:00h estamos ya en territorio francés. Aprovechamos un área de servicios cercana a Mulhouse para comer y descansar un rato. Tras la pequeña siesta, ponemos rumbo a Beaune por la A36, ya “sólo” nos quedan 240 kilómetros.

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