Viajes por Europa (IV parte). Alemania y Praga: Un viaje por el Patrimonio de la Humanidad 261 Epílogo Al atravesar la puerta de casa, siento la irrefrenable necesidad de retrasar las agujas del reloj y volver el tiempo a los instantes en que, ensimismados en los paisajes y ciudades que hemos visto, hemos disfrutado como en pocas veces lo hemos hecho. Desde que emprendimos la ruta hacia el destino elegido, todos los lugares visitados han sido increíbles. Empezamos por la encajonada Monschau. Luego siguieron Hameln y Hildesheim hasta que llegamos a Wolfenbüttel donde las inolvidables casas de entramado y sus calles engalanadas comenzaron a capturar nuestra vista panorámica. Después vinieron Quedlinburg, Praga, Regensburg, Passau, Oberammergau, Ettal… para finalmente llegar a Bamberg, donde la sensación ha sido maravillosa. Esta ciudad partida en dos por el río Regnitz, y que parece estar suspendida en el aire con un fondo de paisaje brutal, es arte toda ella. Es un lugar que genera algo dentro. Los pueblos y ciudades que hemos visitado han sido de una vista única y excepcional. Palacios, catedrales, bosques, ríos, lagos, puentes, horizontes, montes y todo lo que la naturaleza y el arte nos brindan sin planear. Todo ha sido sorprendente y así ha sido todo el camino que uno piensa que será directo a la meta y sin embargo te sorprende a cada metro, a casa paso. Ha sido un paisaje de gran diversidad, impactante para el ojo con que se perciba. Hoy, que termina nuestro viaje, comienza el primer día del viaje del próximo año y empieza la nostalgia del que acabamos de terminar. Ahora que mi verano se agota y que mi riñón me vuelve a dar guerra. Ahora que estoy aquí sentado frente a un ordenador huérfano de historias, un par de block de notas mal ordenadas y un viajero indeciso. Ahora que recuerdo los momentos vividos durante mi último paseo por el paraíso, creo que las cuatro paredes que me rodean se me van a caer por momentos ante tanta melancolía. Miro por la ventana y una nube oculta el sol. El escenario y nuestros disfraces de viajeros se desvanecen. Suenan los imaginarios aplausos: la función ha terminado por este año. Muchas gracias por llegar con nosotros hasta aquí. Inma, Javi y José. Este relato se comenzó a escribir el 15 de agosto de 2009 en Dresden (Alemania) y se terminó el 15 de junio de 2010 en Aranjuez (España).
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