Viajes por Europa (IV parte). Alemania y Praga: Un viaje por el Patrimonio de la Humanidad 67 WWolfenbüttel - Estado: Baja Sajonia (Alemania) - Distrito: Wolfenbüttel - Habitantes: 55.000 - Altitud: 77 metros sobre el nivel del mar - Coordenadas GPS: N 52º 09’ 44’’ / E 10º 31’ 56’’ - Temperatura el día de la llegada: 24ºC (19:05h) Wolfenbüttel Baja Sajonia Poco después de las 19:00h hacemos acto de presencia en el Parking Alte Spinnerei/Sporthalleninsel de Wolfenbüttel. El otro parking, el que traíamos en las coordenadas del TomTom, está ocupado por atracciones de feria. Está en un lugar más céntrico que el Alte Spinnerei y además está frente al Castillo, lo que le da su puntito. Pero insisto, y lamentaciones aparte, no se puede aparcar. El Alte Spinnerei solamente dispone de 3 o 4 plazas específicas para autocaravanas, pero al usarse sólo como parking del polideportivo, está prácticamente vacío. El suelo es de asfalto y dispone de servicios de carga y descarga de aguas. También dispone de electricidad, pero ésta sólo está al alcance de los 3 privilegiados que ocupan las plazas reservadas. A las 19:25h, con una luz más bien escasa y un chispear peligroso, decidimos dar un corto paseo hasta el pueblo con los paraguas sin desplegar. Una primera toma de contacto no viene mal. Salimos del parking andando con tranquilidad y en diez minutos, por la Doktor Heinrich-Jasperstrasse, llegamos a la Schlossplatz. Damos una vuelta rápida, para nada significativa, por un pueblo adornado de feria y semidesértico. Es pequeño pero encantador. Mañana será la nuestra. Tras la insistente petición de Javi, decidimos volver a la autocaravana media hora después de salir. Está agotado. Cruzamos de nuevo la Schlossplatz, donde permanecen todas las atracciones de feria cerradas, y cuando vemos a la derecha la Herzog August Bibliothek empieza a chispear de nuevo. Otra vez los paraguas desplegados. Nos acercamos hasta la entrada principal, donde entre la finísima lluvia vemos de frente la famosa biblioteca de Wolfenbüttel. Al llegar a la autocaravana, para de chispear. Las cuatro gotas que han caído no son más que fuego en el ambiente. Lejos de refrescar, provocan bochorno. Mientras cae la tarde, otra más, ojeo fotografías y dejo a las imágenes elegidas pasearse por mi imaginación tejiendo historias y curtiendo recuerdos.
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