Viajes por Europa (IV parte). Alemania y Praga: Un viaje por el Patrimonio de la Humanidad 77 Una orquesta de trompetas y trombones encabezan la marcha. La gente se une detrás al compás de su música típicamente alemana. Y así empieza el alegre recorrido por las calles céntricas del pueblo que tiene a todos en movimiento durante un buen rato. Y finalmente llegan de nuevo a la pequeña plaza del Bankhaus donde todo termina con un gran baile popular y la orquesta en el escenario. Nos despedimos de Wolfenbüttel después de ver “La Pequeña Venecia” con una amplia sonrisa y con el deber cumplido de haber conocido unos de los pueblos más bellos y encantadores del viaje de este año. Al partir, pasamos por la Kleiner Zimmerhof y en una de esas ensoñadoras casas de entramado, una joven apoyada en la ventana se mira las manos, frunce las cejas y disfruta del sol en la cara. Preciosa foto, preciosa ella. Volvemos a la autocaravana, ponemos las coordenadas del área de Goslar en el TomTom y salimos de Wolfenbüttel con un excelente sabor de boca. La bajada hacia Goslar es rápida, en menos de cuarenta minutos estamos entrando a la ciudad.
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