Viajes por Europa (IV parte). Alemania y Praga: Un viaje por el Patrimonio de la Humanidad 79 GGooslar - Estado: Baja Sajonia (Alemania) - Distrito: Goslar - Habitantes: 47.000 - Altitud: 269 metros sobre el nivel del mar - Coordenadas GPS: N 51º 54’ 16’’ / E 10º 25’ 40’’ - Temperatura el día de la llegada: 24ºC (13:30h) Goslar Baja Sajonia Goslar es un museo vivo en el que verse reflejado en cada esquina, en cada plaza. No suelo insistir mucho en las recomendaciones de visitar ciudades, pero si tenéis la oportunidad de ver este encanto de lugar no dejéis de hacerlo porque, a través de sus casas, de sus monumentos y del ambiente que se respira en sus calles, comprenderéis un poco mejor porqué fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1992. A las 13:30h llegamos a Goslar y aparcamos en un área que no es exclusiva para autocaravanas, también hay coches. Las diez plazas oficiales se han convertido en veinte por la ley del 33. Junto a una autocaravana alemana dejamos la nuestra, no hay muchos más sitios libres. El pago se hace en una máquina tipo parquímetro de la hora, como en Hameln. Nuestra sorpresa llega cuando al insertar la primera moneda, nos encontramos un ticket válido para 5 horas. Miro hacia un lado, miro hacia el otro y no veo a nadie… ¿Os suena la canción? Pues eso, que a la carrera pero sin ruido me vuelvo a la autocaravana, pongo el ticket olvidado por alguien con alma altruista y nos quedamos tan contentos. Seguimos financiando la compra de la batería. Goslar, cuyo centro histórico está cruzado por el río Gose, es una ciudad típica alemana, con muchas plazas y plazoletas donde sentarse a ver pasar el día. La arquitectura de las casas se repite constante. Es una pequeña ciudad pero con alma de pueblo. Este lugar pintoresco llama la atención por la tranquilidad que se percibe en el ambiente. En el centro de la ciudad, en la Marktplatz, se concentra la experiencia sociocultural, aunque no hay que dejar de lado el resto porque aquí casi todo merece la pena. La plaza en sí misma con la Marktbrunnen al centro y las sillas de los restaurantes alrededor, generan un punto de encuentro y reunión de todos sus visitantes a todas horas del día. Pero cuando más gente se congrega en la Marktplatz es cuando un grupo de autómatas representa la historia minera de la ciudad. Ésta se hace en la parte alta de la “Kaiserringhaus”, un edificio histórico que hay frente al ayuntamiento. Cuatro veces al día todos los ojos y todas las cámaras fotográficas enfocan a la cornisa donde está el carrillón.
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