Alemania y Praga, un viaje por el patrimonio de la humanidad

Viajes por Europa (IV parte). Alemania y Praga: Un viaje por el Patrimonio de la Humanidad 84 La ciudad es ideal para pasear tranquilamente, caminando, disfrutando de su belleza urbana, de sus tiendas para hacer compras. En la Fleischscharren y en la Fischemäkerstrasse hay muchos ejemplos de ello. Tiendas, restaurantes, cafés. Os recomendamos una heladería que hay en la esquina de la Jakobikirche con Rosentorstrasse que se llama Golden Sternhaus donde hay unos helados deliciosos. Aquí sentados en las sillas de su terraza nos tomamos uno de chocolate y nata que nos recuerda a los de la heladería Isabelo en Aranjuez. A las afueras de la ciudad, se encuentran las minas que dieron fama y riqueza a la ciudad, las “Rammelsberg”, que dieron por finalizada su producción en el año 1988. Como ya hemos dicho antes, fueron explotadas durante más de 1000 años, en los que se extrajeron 27 millones de toneladas de minerales. Están declaradas Patrimonio de la Humanidad desde 1992 y son consideradas como uno de los mayores depósitos mineros del mundo además de ser las únicas que han mantenido un período tan largo de producción. Nosotros no vamos a visitarlas aunque en la Oficina de Turismo nos han recomendado hacerlo, otra vez será. En las dependencias de la mina se ha montado un museo de primer orden internacional, donde se puede ver toda su historia, desde los antiguos métodos de extracción hasta los más modernos que se llegaron a utilizar.

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