Alemania y Praga, un viaje por el patrimonio de la humanidad

Viajes por Europa (IV parte). Alemania y Praga: Un viaje por el Patrimonio de la Humanidad 99 Dresden (Dressde) - Estado: Sajonia (Alemania) - Región: Dresden - Distrito: Dresden - Habitantes: 512.000 - Altitud: 114 metros sobre el nivel del mar - Coordenadas GPS: N 51º03’ 03’’ / E 13º 44’ 00’’ - Temperatura el día de la llegada: 25ºC (17:30h) Dresden Sajonia Hay lugares que impactan por la belleza de sus paisajes, otros por sus atractivos culturales o por sus gentes y otros por algún acontecimiento que los ha inmortalizado para siempre. Hay lugares que te atrapan y acabas por adoptarlos. Hay lugares donde los recuerdos perduran en la memoria de por vida. Hay lugares que poseen todo eso. Hay lugares en el mundo como Dresden, posiblemente, la ciudad alemana más bella. No es necesario que la nombren una de las siete maravillas del mundo moderno para que Dresden sugiriera su magnificencia, su espectacularidad, su riqueza ancestral. Hemos visitado muchas ciudades y pueblos alemanes pero ninguna como esta, Dresden es distinta. No es extraño que os contemos lo maravillosa que es esta ciudad ya que la UNESCO la declaró Patrimonio de la Humanidad en 2004, título de la que fue desposeída el pasado 24 de junio de 2009 después de tres años de batalla. La UNESCO decidió expulsar a Dresden por ignorar las objeciones a la construcción de un puente de cuatro carriles sobre el río Elba que dañaría irreversiblemente las vistas. A pesar de eso, del dañino puente, estoy convencido que Dresden os encantará. Bordeando el Elba por un camino peatonal paralelo a la Terrassenufer llegamos a la Theaterplatz. Las fiestas de la ciudad nos dan la bienvenida. Cualquier viajero que visite una ciudad en fiestas, no debería dejar pasar la oportunidad de disfrutar de ellas. Diría incluso, si el tiempo de estancia en el lugar se lo permite, que lo hiciese sin prisas, pausadamente, observando, sintiendo y asimilando todo lo que vaya encontrando en su camino. Y este consejo que os doy, si se me permite la licencia, es lo que hacemos nosotros nada más poner los pies en esta increíble y hermosísima ciudad. Para no andar perdiendo el tiempo, y como el hambre aprieta, con requiebros, fintas, y mucho esfuerzo conseguimos llegar a un pequeño puestecillo de deliciosas salchichas alemanas servidas por un curioso personaje típicamente alemán. El buen hombre luce un sombrero de paja tipo Panamá Jack que le confiere un tono distinguido. Viste camisa verde y un pantalón rojo como la muleta de un torero que le llega a las rodillas. Sandalias marrones y calcetines blancos… muy “guiri”.

RkJQdWJsaXNoZXIy MTMxMjYy