Desde el Rif Marroqui a los Alpes Ponticos

56 Lo primero ha sido buscar la plaza donde está el poeta Ovidio, ese que en mis primeros pasos hacia la lectura me hacia leer su “Arte de amar”, tal vez buscando el morbo (tenía yo 13 años). En la ciudad escribió, Las Ponticas y Las Tristes, y a pesar de esa añoranza de su tierra Ovidio murió aquí. Pero no llego a entender porque lo llaman el poeta del mar, supongo que seria otro slogan turístico. Hemos visitado el museo arqueológico y dormido en un lateral del mismo, que ha sido uno de los lugares más tranquilos y silenciosos donde hemos pernoctado este verano, pero hemos visto entrar gatos y perros en el mismo museo orinándose en tumbas y columnas que se ven desde el exterior por unas cercas de metal. En el Museo se puede contemplar la estatua de Pontos, el Dios del Mar Negro y la estatua de mármol de la diosa de la Fortuna, protectora de la ciudad de Tomis, o sea de Constanza, pero todo está muy mal cuidado, hemos visto el edificio del casino, la mezquita y el museo del mar, que no hemos visitado por no interesarnos nada. Donde está el mosaico famoso, que también dicen que es el más importante del mundo mundial no lo hemos visto, porque estaba cerrado, que eso si que me interesaba. Iglesia de Thika, Rumanía

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