17 pernoctar esta noche: el área de autocaravanas de Argentiére, a solo 9 km de Chamonix. No solo es gratuita, sino, sobre todo, mucho más acogedora que estar en un parking en Chamonix. El área de Argentiére tampoco es que sea una maravilla en sí misma, pero sí es muy grande y con unas vistas espléndidas. Es una enorme explanada habilitada como parking mixto para coches y autocaravanas, aunque de forma natural unos se ponen en un extremo, y las otras en el otro. Deben caber cientos de vehículos, y no está lleno ni a la cuarta parte. Eso sí, hay carteles que dicen que está prohibido permanecer en el parking por la noche para dejar trabajar a los quitanieves. Está claro que eso no debe aplicar en pleno julio… Nos instalamos y sacamos nuestras sillas y mesa (ya se sabe, c’est la France…) contemplando el Mont Blanc, allí delante de nosotros, y la aguja, donde estuvimos esta misma mañana. No se cansa uno de verlo. Al lado tenemos los Grand Montets, otras importantes montañas que rondan los 4000 metros, y sabemos que, oculto por las laderas pero prácticamente ahí detrás mismo, está el glaciar de Argentiére. La idea es subir mañana a verlo, el teleférico sale a apenas cien metros de donde estamos aparcados. Pasamos una tarde de relax, cervecita y libro con vistas a las montañas, y cenamos una tabla de embutidos y quesos con un buen vino mientras vemos atardecer en las cumbres. El Mont Blanc se tiñe de rojo y recordamos aquella mítica frase de Heidi: “¡Abuelito, abuelito, las montañas están ardiendo!”. Con nuestras copas de vino en la mano, parece un cierre perfecto para un magnífico día en las montañas.
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