Un verano por francia

21 Debatimos qué hacer: nos quedan unas pocas horas de forfait, y es difícil aprovecharlas, porque para cualquier sitio al que vayamos hay que considerar que nos dé tiempo a subir, ver lo que haya que ver, y llegar a tiempo para coger el teleférico o telesilla de bajada; y acaban bastante temprano en general (sobre las 18:30 o así). Nuestros objetivos principales para el viaje ya los hemos cubierto, hemos visto los principales sitios de interés que nos habíamos marcado, y la verdad es que tampoco nos apetece pegarnos la paliza de salir corriendo a otro sitio, y verlo corriendo solo por aprovechar los pases hasta el último minuto. Decidimos hacer lo mismo que ayer: volver al área de Argentiére, donde se está muy a gusto, y pasar una tarde de relax. Y así hacemos. Como hay tiempo y hoy no estamos tan cansados como ayer, nos damos también un paseo hasta el pueblo, que aunque nos habían dicho que era mono, la verdad es que es bastante normalito. Lo que debería ser espectacular hace años sería la vista del pueblo con el glaciar descendiendo detrás de él; hoy, debido al ya comentado retroceso del glaciar, solo se ven unos metros del frente del glaciar, allá en lo alto. Aun así, es precioso. Al menos, nuestros hijos han podido verlo; me temo que los suyos ya no podrán contemplar estos paisajes. Argentiére y, muy al fondo, lo poco que hoy día se ve del glaciar, cuya blancura antes llenaba toda esa gran grieta tallada en la montaña.

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