11 ROMA - SUR TOSCANA Nuestra intención era visitar varios lugares de la Toscana y dado que la región es bastante grande pensamos hacer varias paradas-campamento para mover la caravana lo menos posible e ir subiendo hacia el norte de Italia. La primera parada fue en el agricamping Il Vecchio Fienile. Este camping estaba en medio de la nada, pero teníamos cerca varios sitios interesantes que queríamos visitar. Sorano, Pitigliano, Montemerano, Termas de Saturnia y alguna sorpresa más. El camping tenía unas diez parcelas y un pequeño módulo de baños con dos duchas para hombres y dos para mujeres que funcionaban con fichas a cincuenta céntimos, para ducharte eran necesarias dos fichas. Después de pasar unos días calurosos de narices en Roma, aquí el calor no nos dio tregua. En el camping no existía una sola sombra. Los baños les limpiaban una sola vez al día. Uno de los días que el camping se llenó de autocaravanas le hizo falta limpieza. ¿Volveríamos a este camping? Pues no, buscaríamos otro por la zona con sombras. Los dueños del camping tenían un muy buen restaurante. Tuvimos algún problema para elegir los platos para comer por la falta de entendimiento con el camarero y los platos que no conocíamos. Por la zona pudimos comer los típicos costrini que son rebanadas de pan tostado con una capa de pate, tomate u otras muchas cosas que no conocíamos. También comimos la pasta típica de la zona llamada pici que son semejantes al spaguetti y los acompañan con jabalí, liebre, hongos, ragú… También probamos por la zona la típica salsa de trufa, la toscana es una de las mayores productoras de trufa. Yo empecé a probar mi plato preferido… los raviolis rellenos de lo que fuera, deliciosos. Después de comer fenomenal en el restaurante del camping fuimos a visitar Sorano, un pueblo muy bonito que merece la pena visitar. Pero lo que más nos interesaba era ir a refrescarnos a las Termas de Saturnia. Sabíamos que las termas se ponían a tope de gente y por eso fuimos a última hora de la tarde. Aparcamos en el parking que se encuentra a unos quinientos metros de las termas. El parking nos enteramos más tarde de que es de pago. Llegamos al rio y nos impresiono, que gozada, rápidamente nos quitamos la ropa y al agua patos. Buf de refrescarnos nada, el Sorano
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