6 ROMA, POMPEYA Y NÁPOLES La salida del puerto en Civitavecchia era bastante confusa por las obras existentes, al fin salimos a la autopista y después de recorrer 60 kilómetros llegamos al camping a las dos de la mañana. Pensábamos que nos iban a dejar la primera noche en un lugar provisional para no molestar y luego al día siguiente coger la parcela, pero no fue así, nos dieron una buena parcela y nos instalamos lo más rápidamente posible intentando hacer el menor ruido, pero la toma de corriente estaba bastante lejos y nos tuvimos que pasear por varias parcelas para pasar el cable… un desastre. El calor a las tres de la madrugada era generoso, la que nos espera mañana, pensé. Dormimos bastante bien y nos despertamos tarde. Terminamos de acomodarnos, pusimos nuestro pingüino y mi hermana y yo nos fuimos a la piscina. La piscina tenía aforo reducido por la pandemia y nos tocó hacer cola. Mis padres fueron a comprar al supermercado que estaba cruzando la carretera, algo más de cinco minutos andando. Era un buen supermercado. Por la tarde fuimos a dar una vuelta al centro de Roma. Para ir a Roma compramos los tickets del autobús en la recepción, cogimos el autobús a veinte metros de la puerta del camping, después de cuatro paradas nos bajábamos y cogíamos el metro que nos dejaba en el centro con el mismo billete. Total, una media hora más o menos. El camping Roma camping in Town cuenta con unas instalaciones muy buenas y cuidadas. Las parcelas son generosas de espacio y el mayor inconveniente es la falta de sombras. El precio, una pasada, 80 euros día, pero no había otra cosa. ¿Volveríamos a este camping? Pues sí. Estuvimos cinco noches en Roma. Era la tercera vez que visitábamos la ciudad. Roma nos encanta y disfrutamos mucho paseando por sus calles. Visitamos nuestros restaurantes preferidos y empezamos a saborear los helados italianos. Algunos de los restaurantes que nos gustan son L’antica Birreria Peroni, Ristotante 433. En Trastevere está el Impiccetta donde para mi gusto ponen la mejor carbonara de Italia y para mi padre el segundo mejor tiramisú que ha probado, el mejor el de mi madre. Y los helados, que decir en Italia son espectaculares, los mejores los saboreamos en Frigidarium y Sweet Life. Basílica de San Pedro
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