13º.- (15-julio)
Mochilita y camino hacia Roma nos
encontramos con huelga general de
transportes. ¡Qué sorpresa!. Cambio de
planes, cogemos los coches y nos
bajamos a Pompeya. Pasando por Nápoles
vemos la Italia de las películas de cuando
éramos niños. Esos bloques de casas
antiguas con las terrazas llenas de ropa,
pero no podemos parar.
La sorpresa en Pompeya es mayúscula
ante una ciudad tan bien conservada y de
un tamaño increíble. Tenía 20.000
habitantes y en viviendas de una sola
planta, eso se extiende en innumerables y
bien trazadas calles empedradas. El calor
es asfixiante, gracias a la abundancia de
fuentes de agua fresca podemos patear
muchas calles y casas, algunas de ellas
perfectamente conservadas.
El silencio que escuchas al doblar más de
una esquina solitaria te hace pensar que
aquí ocurrió algo terrible.
14º.- (16-julio)
Hoy sí disfrutamos de Roma. Y creíamos
que Florencia tenía mucho que ver, pero
por algo fue esta ciudad la capital del
mundo durante tantos siglos.
¿Qué destacar?. Si es que cada rincón,
cada esquina te depara una plaza
preciosa con una basílica que rebosa arte
por sus costados. Impresionante la
Fontana de Trevi. Además te coge por
sorpresa al doblar una esquina de una
callejuela. En una plaza tan pequeña
como han podido colocar una fuente tan
grande y tan bella. De rigor es echar la
