yo he ido a visitar esto y te lo recomiendo, pues yo aquello y
no te lo recomiendo, hasta la llegada de su familia que
marcharon a seguir con la visita a Avignon.
Alberto se quedo con Chester y yo subí un momento a tomar
perspectiva de la zona desde lo alto, pero sin muchas ganas,
Avignon no era lo que yo me esperaba, alguna foto de rigor y
bajada.
Las viejas calles del centro
si merecían mucho más la
pena,
callejuelas
estrechas, llenas de
tiendas de todos los tipos,
tamaños y colores,
peluquerías modernas y
antiguas, ropa que no me
siento capaz de definir,
tiendas de relojes, y
alguna que me llamo la
atención por la cantidad
de comic que tenían de hecho era su dedicación. Toda aquella
zona solo que ampliada me recordaba a la calle Fuencarral de
Madrid, por sus tiendas y por la idiosincrasia de la gente que
las recorre, tanto turistas como habituales.
La ciudad nueva de Avignon, no la visitamos, decidimos
regresar al camping para planificar nuevas rutas,