En resumidas cuentas, espectacular donde lo haya. Los 23 € por
persona que al principio pudieran parecer desorbitados se olvidan rápidamente
y se termina con un buen sabor de boca, hasta el punto que estamos pensando
volver en un futuro cercano para asistir de nuevo al espectáculo.
Las narraciones son en francés y, aunque no es necesaria traducción
porque la historia se sigue sin mayor dificultad, existe la posibilidad de
comprar unos auriculares que nos lo traducen simultáneamente (aunque a
duras penas se oye por el gran volumen del sonido exterior). Cuando digo
comprar me refiero literalmente a ello, porque a diferencia de museos y visitas
guiadas, aquí puedes quedarte con el aparato que se convierte en una radio-
fm con sólo pulsar un botón.
El espectáculo tiene lugar entre junio y septiembre únicamente y es
muy recomendable reservar con antelación (incluso varios meses). Nosotros
compramos las entradas directamente desde su web, pagamos con tarjeta y
nos las enviaron a casa.
Finalmente, existe un video que se puede ver en su web. En él
aparecen algunas imágenes que podréis vivir esa noche. No me parece
conveniente ponerlo aquí por el tamaño que ocupa y porque puede visitarse
sin problema desde su página (enlazada más arriba).
