Todo nuestro viaje estaba condicionado por la excursión “estrella” :
Jungfraüjoch.
Teníamos miedo de no encontrar un día con una mínima visibilidad, así que
decidimos hacer el viaje de ida directamente a Unterseen, junto a
Interlaken, donde montaríamos nuestra casita con ruedas y sería el origen y
final de todas las jornadas, esperando al Día D. Y dispuestos a prescindir, si
era necesario, de las visitas a Ginebra y Annecy, previstas para el último dia
antes de la vuelta a casa.
Además estaba el inconveniente de la oferta que nos hace Jungfraübahn a
los españoles hasta junio de 2013, dejándonos el billete a mitad de precio
por haber ganado la Eurocopa, con la única condición de comprar los billetes
por internet y sin posibilidad de devolverlos. Lo que nos obligaba a viajar con
el portátil... y la impresora...
Teníamos previsto salir al día 21 sobre las 20h, para hacer todo el viaje de
noche y ahorrarnos toda la cantinela del niño. Pero justo antes de salir
miramos la previsión meteorológica para el día 22, y daba un buen día. Sin
pensarlo dos veces compramos los billetes, la impresora se quedó en casa y
se acabaron los condicionantes antes de salir.
Salimos mas tarde y con la obligación de hacer 1200km del tirón, si o si.