del desierto, el siroco, la ciudad no tiene interés turístico, solo la proximidad al lago salado de Chott el Djerid Y camino de Tozeur pasamos por este lago salado, llamada la perla del Jrid, uno de los oasis más famosos del mundo, el mayor productor de dátiles llamados daglat en nur cuya traducción es dedos de luz Tozeur es famoso por la construcción de sus amplias casas con ladrillos geométricos, sobre todo en el barrio de Oules Hadef el más antiguo de la ciudad, sus mezquitas y zaouias cubiertas de ladrillos que no se ven en otros lugares, posiblemente de origen bereber y todos los edificios oficiales se construyen de esta forma, lo cierto es que pasear por su medina fue una de las cosas que as me gustaron de Túnez, hay múltiples tiendas de dátiles, envueltos de tropecientas mil formas y de variadísimas calidades La anécdota fue que entramos a comprar dátiles en una tiendecita donde estaba un padre y su pequeña hija que tenía un dátil en la mano, yo me saque un caramelo del bolsillo y se lo ofrecí, miro para todos lados cuando descubrió un cesto que estaba lleno de dátiles, depositó el dátil que tenía en la mano y alcanzó mi mano para coger el caramelo, todos nos reímos. Comimos en el sitio más cutre que hemos visto en Túnez, a pesar de dar vueltas y más vueltas buscando un restaurante en condiciones, no había ninguno y donde entramos, el que parecía mejor, fue un autentico desastre, yo, del asco apenas comí, y al entrar al baño réferi si llegaba el caso hacérmelo encima, no he visto nunca un baño tan sucísimo Nos encontramos con una boda que iba ir el Centro de la ciudad y que era numerosísima cantando, bailando y/la novia subida en un borrico tapada con un largo velo, todo muy
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