Este viaje nos lo hemos tomado como un viaje piloto. Y es que llevamos unos años viajando con tienda de campaña en camping. La verdad es que desde la primera salida que hicimos hasta los últimos hemos aprendido y disfrutado mucho. Empezamos con una tienda destrozada que tenia Zeta de cuando iba de camping con los amigos, y cada año hemos ido invirtiendo según las necesidades que íbamos viendo, tienda, carpa, mesa, sillas, baca, cofre, nevera, cocina… Pero como todo, ha llegado un momento que necesita renovación y nuestra forma de viajar empieza a cambiar un poco. Las ventajas del camping en tienda es que no es muy caro y suelen haber muchos campings. Los inconvenientes son que una vez instalados moverse cuesta mucho por todos los trastos que llevamos. Además de la cantidad que objetos que llevamos en el coche, de hecho, en los últimos viajes hemos dejado trastos en casa viajando con menos comodidades pero más ligeros. Otro inconveniente es que sí o sí tenemos que ir a camping, siendo legales claro. La otra opción que hemos mirado mucho era comprar una caravana, enganchar-la al coche y volar. Y valorando los pros y contras era que por 3500€ podrías tener algo al que metiendo-le mano de obra podría quedar cuco, llevas el coche mas descargado, sigues yendo a camping aunque si el viaje es muy largo podrías pernoctar, es muy rápido de montar el campamento e infinitamente más cómodo de estancia que la tienda. Por lo contrario tiene unos gastos como seguro, según que tipo de caravana, velocidad limitada, mayor consumo por tener que tirar do 700/800kg, tendríamos que cambiar de coche pues el nuestro no permite tirar de Xkg, Tendríamos que pagar un parquing de caravanas, osea costes añadidos y maniobrar cuesta más. Otra opción sería una autocaravana, cosa que se nos escapa de presupuesto. Por último las furgo camper, por eso este viaje. La furgo te permite pernoctar en ciudad, no es tan cómodo como puede ser una caravana, hay que mantener otro vehículo con revisiones y seguro… Siempre hay que valorar pros y contras. El primer viaje en furgo lo hemos hecho con grandes comodidades para poder valorar el estilo de vida camper sin complicaciones, ya nos iremos complicando. Alquilamos una Fiat Ducato en la que cabíamos de pié, primera comodidad, la cama estaba montada, otra comodidad, no era exageradamente larga, mejor para poder aparcar y alguna cuestión más de la que podríamos hablar. Alquilar para 4 días no es barato. Además te entregan la furgo a las 12:00 y la tienes que entregar antes de las 12:00. Osea, empiezas el viaje tarde y lo acabas muy temprano haciéndote dormir cerca de donde tienes que entregarla.
Día 1 Recogida y viaje de ida. Entre que nos entregan la furgo, hacemos el papeleo, nos dan las explicaciones y todo el rollo, salimos de la base para las 13:30. Zeta tenía que parar un momento en Lleida a entregar algo a un cliente, así que hacemos el viaje directo a Lleida mientras nos íbamos adaptando a las dimensiones. En realidad en carretera las dimensiones de la furgo casi ni se nota, solo que afecta más el viento, pero no teníamos grandes rachas así que íbamos genial. Tras la visita a Lleida pillamos la autopista y cuando nos queremos dar cuenta eran las 16:00 y no habíamos comido. Hacemos una parada técnica, nos hacemos algo de comida y continuamos la ruta. Llegados a Donosti, eran las 21:30 o 22:00 y aparcamos en todo el centro para hacer una birrita y valorar donde dormir. Para ello usamos dos APPs que nos habían hablado bastante bien. Una es Furgoperfectos y otra Park4night. Tras tenerlo decidido nos acercamos al parquing y buscamos como dormir. Parecíamos un perrillo dando vueltas antes de acostarse. No sabíamos como aparcar, si esta manera, no mejor así, y esa plaza que tal. Cosas de la inexperiencia. La verdad es que después de cenar volvimos a mover la furgo 2 o 3 veces más hasta dormirnos. Día 2 Primeras necesidades no cubiertas Nos despertamos y teníamos unas ganas enormes de ir al baño ya que la noche anterior no fuimos ya que la furgo no tenia lavabo y hacerlo en la calle no es una opción. Con el tiempo hemos visto soluciones geniales como Potti. Arrancamos y ponemos rumbo a una gasolinera. Ahí podemos asearnos por el módico precio de unos Donuts y un Bollicao, no son cosas que nos guste comer demasiado pero al menos hacer gasto en la gasolinera. Ya aseados y meados nos paramos en algún lugar de Donosti para hacernos un café y un bocadillo de pan de molde. Con el estómago lleno el mundo de ve diferente. No nos apetecía demasiado hacer ciudad y salimos de Donosti con ganas de volver pues lo poco que vimos nos gustó mucho, pero nos apetecía pueblitos. Pillamos la N634 y hacemos la primera parada y excursión en un pueblecito el cual no recordamos si era Usúrbil o Aginaga, aunque estamos casi seguros del segundo. Ahí hicimos una pateada por la montaña viendo los animalitos que tenían los vecinos. La verdad es que se nota que el clima es diferente y que llueve más allí que en nuestra zona pues es todo ultra verde y con vegetación muy densa. De ahí continuamos la carretera y paramos en Orio. Damos un paseo por la playa y nos encanta. Así que nos metemos en el pueblo para patearlo. Lo tienen bien montado y te hacen aparcar a las afueras para ir caminado por las callecitas. Eso es algo que nos gusta pues así sacan mucho tráfico del centro y no pasa nada por caminar 2 minutos hasta llegar al centro. El pueblo es un pueblo de pescadores precioso, con callejuelas de las que nos gustan perdernos, escaleras para arriba, bajadas por rampas. Ahí hacemos una cerveza mientras valoramos que comeremos y ¡ostras! No nos acordábamos de las tapas i pintxos, que cosa más rica, estábamos alucinando. Arrancamos la furgo y nos vamos con buena sensación hacia Zarauz. Aquí buscamos un lugar para parar y hacernos de
comer. Después pasamos por un bar a tomar café y pasar por el baño. Dejamos la furgo ahí y nos vamos a patear el pueblo. Descubrimos que hay baños públicos que se desinfectan cada vez que se cierra la puerta, ¡Maravilloso! Paseamos por la playa, por el centro y nos gusta mucho ese pueblo. Hacemos unas tapas por las tascas del centro. Nos habían dicho que era todo muy caro, pero creemos que la calidad se paga, y esas tapas no es un trozo de pan con una rodaja de fuet, la verdad. Nos dio buena sensación calidad precio y pagamos muy a gusto lo que nos pidieron por las tapas y por el txakoli. Al volver nos topamos con una feria medieval, y como estas cosas nos encantan, compramos un pan, embutido del bueno y esta noche cenaremos un “pa amb tomaquet” o “pantomaca” como hemos leído en algún lugar. Para dormir nos movimos a un “furgoperfecto” donde coincidimos con una autocaravana y otra furgo. El lugar era muy oscuro y alejado, pero los de la autocaravana nos tranquilizan un poco. Cenamos y nos acostamos no tranquilos del todo pero sabiendo que habían dos familias cerca nuestro. Día 3 Una ducha por favor Tal y como nos despertamos tenemos que ir al lavabo. Nos acostamos pensando que quizá no deberíamos de habernos movido de donde aparcamos ayer. Mirando por internet vemos que hay un polideportivo municipal cerca, así que decidimos pasar por a ahí a ver que se cuece. Resulta que estaba justo en la otra esquina de donde aparcamos del día anterior. Entramos para preguntar el precio de usar las duchas. La chica estaba tan sorprendida que tubo que preguntar a la compañera. Nos cobraron la cuota mínima, si no recuerdo mal 1,5€ por persona, así que a la ducha patos. Es curioso lo mal que nos sentimos mientras sabes que te falta higiene y que no puedes solucionarlo. Tras una buena ducha calentita, desayunamos y decimos adiós a Zarauz para saludar a Guetaria. Éste es el pueblo de origen de Juan Sebastian Elcano, el mismo que da nombre al buque escuela de oficiales de la marina española y primera persona en dar la vuelta al mundo. Es un pueblo precioso, una iglesia en medio con una edificación algo rara debido a la orografía del terreno. Tras haber pateado el casco antiguo arrancamos la furgo y tiramos por la N634 dirección Zumaia. Es un pueblo turístico y surfero. Por lo menos fue la sensación que nos dio, así que lo pasamos de largo. Hasta aquí la carretera era de costa pegada al mar, y a partir de ahí era una carretera como de montaña, sin llegar a serlo. Bajamos a los flysch, cosa chulísima de ver, pero nos perdimos un poco, la aventura parte del viaje. Cuando nos perdimos atravesamos unas praderas ultra verdes pasando por masías, no sabríamos volver pero nos encantaría. Tras la excursión, llegamos a Deba, aquí dimos un paseo por el pueblo, es todo peatonal, y en el rincón más escondido vimos un restaurante poco turístico y nos metimos a comer. ¡Que menú más bueno! ¡A precio de mortales y no de guiris! ¡Genial! Con el estomago lleno empezó a chispear y nos apetecía un poco de rutilla así que chino chano seguimos la carretera sin saber a donde. Llegamos a Lequeitio, tenía buena pinta y decidimos tomar una birrita y patear un poco. Nos encantó el pueblo incluso dijimos de quedarnos ahí a dormir. Pero al ser pronto y no estar cansados preferíamos despertar en algún lugar que no hayamos visto, así que fuimos a pernoctar a Guernica. Llegamos bastante tarde y buscamos un buen lugar, cenamos y a dormir. Día 4 Que guapo todo pero, ¿Volvemos? Despertamos en Gernica y tras desayunar nos vamos a pasear por el pueblo. A simple vista se nota que aquí ha habido pasta en momentos de preguerra civil, hay muchos palacetes y casas enormes. La visitamos un poco por encima. Para hoy teníamos planes y no queríamos salir muy tarde, pero amenazamos con volver con mas calma. De vuelta a la carretera hasta llegar al bosque de Oma. Teníamos ganas de verlo así que a patear por la montaña. Una vez llegados allí nos lo encontramos cerrado. Pero con mil personas transitando hacia el bosque y otros mil que salían de él. No vamos a decir si entramos o no, pero es posible que sea muy bonito. La gente es agobiante y sin respeto por el medio ambiente que le rodea. Volvemos a nuestra casa con ruedas y volvemos por donde hemos venido, ahora teníamos otro lugar que queríamos ver. Llegamos a una hora muy buena, la hora de comer. Estamos en San Juan Gaztelugatxe. Brutal es increíble, bonito, impactante y plagado de
personas. Tras la visita encontramos un parquing con vistas y nos hicimos de comer, eran casi las 16:00. Nos tumbamos a descansar un poco y a disfrutar de éste sitio. Decidimos empezar nuestro regreso a casa poco a poco. Queríamos parar en Lleida, pero no encontrábamos ningún sitio que nos gustara para pernoctar y tiramos algunos Km más hasta llegar a una gasolinera donde nos sentíamos a gusto, nos hicimos la cena y a dormir. Día 5 Llegamos a casa Teníamos que llegar a entregar la camper antes de las 12 y habíamos dormido a hora y media de ahí. Nos despertamos prontito, desayunamos, pasamos por el baño y nos metemos en al autopista. A las 10:00 la habíamos entregado, cargado nuestro coche para volver a casa y estábamos a 30 min de casa, así que tiramos. Paramos antes de llegar para hacer un bocadillo en el pueblo de al lado y de vuelta con nuestros gatitos. Nos ha encantado el tipo de viaje, falta alguna comodidad y podríamos estar sin alguna otra. Haremos mas viajes de estos con diferentes tipos de furgo para saber cual se adapta a nuestras necesidades y entonces ir a por ella. A medida que han pasado los días hemos dormido en sitios diferentes y aprendido a medida que han pasado los días a buscar un buen sitio donde dormir. La furgo estaba rotulada y cantaba como un perro teñido de rosa en un correcan. Eso nos generaba mucha desconfianza a la hora de buscar un lugar para pasar la noche. Pero no hemos tenido ningún susto, por suerte. El tema agua nos costó al principio poder cargar, después ya sabíamos donde buscarla. Igual que pensábamos que con 60l que cargaba no nos haría falta en todo el viaje volver a cargar y estábamos muy equivocados. Gastábamos mucha agua al principio pues nos pensábamos que estábamos en una casa. Aunque al final nos adaptamos a un consumo camper, que es solo por necesidad y limpieza de platos sin malgastar. Hasta aquí este viaje. Gracias por leernos. Saludos.
RkJQdWJsaXNoZXIy MTMxMjYy