Me parece muy interesante el tema planteado en este hilo y quiero aportar mi modesta contribución y me gustaría hacerlo relacionando las dos pasiones que se traslucen en las intervenciones precedentes y que son también las mías: la lectura y el vagabundeo. Propongo, por tanto, uno o varios libros para cada uno de los países que visitemos en un itinerario imaginario, al Cabo Norte, por ejemplo, y dejemos a España para el final.
En primer lugar, Francia. De la legión de escritores del país vecino de primerísima fila a mí me gusta en particular Albert Camus y su obra “El extranjero”, a mi juicio de lectura imprescindible. No hace mucho leí “El librero Vollard” de Pierre Péju. Ofrece un mensaje más bien pesimista, pero no está nada mal.
Bélgica. Si exceptuamos al gran Georges Simenon y a su sagaz inspector Maigret, he de reconocer que he leído a muy pocos autores belgas. Sigue ocupando el primer lugar en el ranking de mis preferidos Marguerite Yourcenar con sus “Memorias de Adriano”.
Holanda. Camino del Cabo Norte no es necesario pasar por Holanda, pero como se encuentra al lado, podemos traerla a colación. Propongo la lectura de “El descubrimiento del cielo” de Harry Mulisch e “Ingenieros del alma” de Frank Westerman, que, aunque no es obra de ficción, cuenta cosas tan alucinantes sobre la situación de los escritores en la Unión Soviética en la época de Stalin que ni el más imaginativo de los novelistas sería capaz de inventar algo así. Carl Friedman tiene un precioso y estremecedor libro de relatos sobre las experiencias de su padre en un campo de concentración nazi, “Al otro lado de la alambrada”, pero los libros escritos sobre esos templos del horror bien podrían ser objeto de otro “viaje”.
Alemania. Aquí me quedo con Johan Wolfgang Goethe y punto. Así no me equivoco. Dejando a un lado sus dos obras más famosas (“Los sufrimientos del joven Werther” y “Fausto”), propongo la lectura de “Reineke el zorro”, que narra las aventuras y desventuras de un astuto raposo metido en política.
Dinamarca. Hans Christian Andersen y sus cuentos, sin duda. Interesantísimo también “El librero de Kabul “ de Asne Seierstad, sobre la situación de las mujeres afganas después de la derrota de los talibanes. La autora, aunque incluida dentro de los escritores noruegos, nació en Copenhague.
Suecia. Comenzando por Selma Lagerlof y terminando con Marianne Fredriksson, mis preferencias respecto de la literatura sueca se inclinan claramente hacia las obras escritas por mujeres. Puesto que estamos viajando y que lo más seguro es que vayamos con niños, de la primera propongo “El maravilloso viaje de Nils Holgersson" y de la segunda, “La historia de Simon”. Para que no se enfaden los varones, a los que les guste el género policíaco que lean “Los perros de Riga” de Henning Mankell. Muy buena novela, recomendable también a los que viajen a los países bálticos.
Reconozco humildemente que no tengo conciencia de haber leído a ningún escritos finlandés. Me avergüenzo de ello, pero ante todo he de ser sincero.
Noruega. “Hambre” y “Pan” de Knut Hamsun, un clásico siempre vigente. Como esto va de libros, recomiendo vivamente “La biblioteca mágica de Bibbi Bokken” de Jostein Gaarder y Klaus Hagerup.
Y basta de rollo. De España hablaremos, si queréis, otro día.
Mil perdones por la paliza al que haya tenido la paciencia de leer esto.