Ayer iba conduciendo por mi carril con flechas para ir recto o girar a la izquierda (yo iba recto) y de pronto una furgoneta gira a la izquierda desde el carril de mi derecha, a lo que yo me veo obligado a pegar un frenazo y un volantazo y por centímetros no le di un golpe. Además me vi obligado a meterme a la izquierda cuando yo quería ir recto y por ello a tardar 20 minutos más para llegar a mi destino.
Le recrimino al "personaje" en cuestión que en su carril era obligatorio seguir recto y aún se me pone chulo diciéndome que si no había visto que había echado el intermitente y que además otro coche delante también había girado desde ese carril. ¿Pero qué leches tiene que ver que el de delante lo haga mal? ¿Qué pasa que por que uno lo haga mal quiere decir que entonces se abre la veda para hacerlo todos mal?
Pues nada que cojo, arranco hacia la dirección por la que no quería ir pero a la que me había visto obligado a meterme para no darme un porrazo con el enegúmeno en cuestión y aún me grita el desgraciado "¡PAYASO!". O sea que tengo que pegar un frenazo y un volantazo, desviarme de mi ruta para no pegarme una leche con él y encima me grita "payaso". Ojalá no hubiera tenido tantos reflejos y me hubiera chocado con él para que le costara cara la broma.
¿Dónde está la educación y el respeto hacia los demás? ¿Tanto cuesta pedir perdón y decir me he equivicado (que no creo que fuera el caso) y tratar de no volverlo a hacer la próxima vez?
Como decía en el título falta todavía mucho que aprender sobre civismo en este país, sobretodo al volante.
salu2
Le recrimino al "personaje" en cuestión que en su carril era obligatorio seguir recto y aún se me pone chulo diciéndome que si no había visto que había echado el intermitente y que además otro coche delante también había girado desde ese carril. ¿Pero qué leches tiene que ver que el de delante lo haga mal? ¿Qué pasa que por que uno lo haga mal quiere decir que entonces se abre la veda para hacerlo todos mal?
Pues nada que cojo, arranco hacia la dirección por la que no quería ir pero a la que me había visto obligado a meterme para no darme un porrazo con el enegúmeno en cuestión y aún me grita el desgraciado "¡PAYASO!". O sea que tengo que pegar un frenazo y un volantazo, desviarme de mi ruta para no pegarme una leche con él y encima me grita "payaso". Ojalá no hubiera tenido tantos reflejos y me hubiera chocado con él para que le costara cara la broma.
¿Dónde está la educación y el respeto hacia los demás? ¿Tanto cuesta pedir perdón y decir me he equivicado (que no creo que fuera el caso) y tratar de no volverlo a hacer la próxima vez?
Como decía en el título falta todavía mucho que aprender sobre civismo en este país, sobretodo al volante.
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