Cocodrilo feliz
hablador
Hola:
Decía un forero hace algún tiempo, cuando se planteó, una vez más, el tema de gasolina o gasóleo, cambio automático o manual, que él, con su California a gasolina, motor de 160 caballos y cambio automático, "viajaba en el máximo placer posible, sin olores ni vibraciones y a una media de crucero holgada...". Yo, que tenía una California de 105 caballos a gasóleo, comprendía perfectamente su mensaje y el placer de conducir una furgoneta de tipo medio, a gasolina, sin vibraciones ni olores (en los repostages), sobre todo en eso de ir holgado de potencia.
Para los auteros, debatir sobre gasóleo o gasolina es terreno vedado: "mover" 3.500 kilos (oficiales) a gasolina sería una ruina; ya lo es con gasóleo... aunque, leo y escucho a algunos, que "mueven" esas masas casi con el consumo de un mechero si hubiese mecheros a gasóleo, claro.
Sobre el cambio automático sólo diré que no hay color: automático, siempre.
Pero en turismos hay mucho que hablar. Cierto que se venden casi tantos coches de uno como del otro combustible, y cierto que estos motores modernos van bien, están aligerados de peso, rinden igual, gastan menos... pero todo esto supone que la robustez y la longevidad no es la que era. Y los precios de los combustibles, cada vez están más parejos. Los de los coches aun no.
En mi regreso a la caravana he optado por un coche a gasolina. Estoy contento de su rendimiento, de su consumo y de su conducción. Incluso cuando remolco la caravana el consumo no se sale de madre. Lo que me pregunto es si vale la pena vender un coche a gasolina y comprar uno a gasóleo para tirar "mejor" de una caravana y que consuma menos. ¿Cuánto se pierde en la venta y cuanto hay que "arrimar" al que se compra? Pongamos que como mínimo se pierde el IVA del que se vende y se pone el IVA del nuevo; y el porcentaje de la depreciación. Sólo en eso hay una pasta gansa que, dividida entre los kilómetros a rodar con la caravana enganchada, considerando la demasía entre el precio de ambos combustibles, parece que habría dinero para varios miles de kilómetros.
Detenerse ante el surtidor y enchufar la manguera, psicológicamente, aparenta que si es de gasóleo vas a gastar menos dinero para llenar el tanque; y digo aparenta porque, previamente, has tirado una pasta gansa en el cambio, como dejo dicho, o simplemente en la compra si vienes de no tener coche. Pero casi todos "venimos" de otro coche y "vamos" al cambio.
Todo esto y en términos de reflexión, sirve de poco a los que ya pasaron por esta fase de consumismo por vía del corazón y no del análisis. Pero alguien habrá que se lo esté pensando y a lo mejor, le sirve de algo. Para eso lo escribo.
Cordiales saludos.
Decía un forero hace algún tiempo, cuando se planteó, una vez más, el tema de gasolina o gasóleo, cambio automático o manual, que él, con su California a gasolina, motor de 160 caballos y cambio automático, "viajaba en el máximo placer posible, sin olores ni vibraciones y a una media de crucero holgada...". Yo, que tenía una California de 105 caballos a gasóleo, comprendía perfectamente su mensaje y el placer de conducir una furgoneta de tipo medio, a gasolina, sin vibraciones ni olores (en los repostages), sobre todo en eso de ir holgado de potencia.
Para los auteros, debatir sobre gasóleo o gasolina es terreno vedado: "mover" 3.500 kilos (oficiales) a gasolina sería una ruina; ya lo es con gasóleo... aunque, leo y escucho a algunos, que "mueven" esas masas casi con el consumo de un mechero si hubiese mecheros a gasóleo, claro.
Sobre el cambio automático sólo diré que no hay color: automático, siempre.
Pero en turismos hay mucho que hablar. Cierto que se venden casi tantos coches de uno como del otro combustible, y cierto que estos motores modernos van bien, están aligerados de peso, rinden igual, gastan menos... pero todo esto supone que la robustez y la longevidad no es la que era. Y los precios de los combustibles, cada vez están más parejos. Los de los coches aun no.
En mi regreso a la caravana he optado por un coche a gasolina. Estoy contento de su rendimiento, de su consumo y de su conducción. Incluso cuando remolco la caravana el consumo no se sale de madre. Lo que me pregunto es si vale la pena vender un coche a gasolina y comprar uno a gasóleo para tirar "mejor" de una caravana y que consuma menos. ¿Cuánto se pierde en la venta y cuanto hay que "arrimar" al que se compra? Pongamos que como mínimo se pierde el IVA del que se vende y se pone el IVA del nuevo; y el porcentaje de la depreciación. Sólo en eso hay una pasta gansa que, dividida entre los kilómetros a rodar con la caravana enganchada, considerando la demasía entre el precio de ambos combustibles, parece que habría dinero para varios miles de kilómetros.
Detenerse ante el surtidor y enchufar la manguera, psicológicamente, aparenta que si es de gasóleo vas a gastar menos dinero para llenar el tanque; y digo aparenta porque, previamente, has tirado una pasta gansa en el cambio, como dejo dicho, o simplemente en la compra si vienes de no tener coche. Pero casi todos "venimos" de otro coche y "vamos" al cambio.
Todo esto y en términos de reflexión, sirve de poco a los que ya pasaron por esta fase de consumismo por vía del corazón y no del análisis. Pero alguien habrá que se lo esté pensando y a lo mejor, le sirve de algo. Para eso lo escribo.
Cordiales saludos.