Al final fuimos al Rosal. El entorno magnífico, pudiendo elegir a pie de camping o la ría o la playa. Sobre el camping, es de 2°, baños limpios, fregaderos con agua fría sólo, fuentes repartidas por el camping, y muy lleno de surferos. Las parcelas y caminos,no están muy bien hechos, da la impresión que lo que quieren es tener el camping a tope, y la verdad lo consiguen. Al lado del camping hay multitud de tiendas de alimentación y restaurante. En definitiva, un 7 sobre 10.
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