Nano, que envidia me das. Me gustaría hacer senderismo (tengo todos los mapas que quieras y más), pero no me arranco. Me sobran quilos ( a mi sí, de verdad) y me da pereza. En esta zona hay bastates grupos que salen pero me temo que no estaría a la altura necesaria, bueno mejor dicho, no estaría a la altura de su resistencia.
Intento pegar algo de En Pere Compte
El ´Libro de las Maravillas´ de la Lonja
Publicado el Enero 12, 2009 por jonkepa
Detalle de dos de las gárgolas más significativas del edificio de la Lonja, cuyo torreón se aprecia al fondo de la imagen. Manuel Molines.
La Lonja de la Seda de Valencia es el hogar de todo un mundo de símbolos que reflejan, a través de 28 gárgolas más otro tipo de ornamentación, la sociedad medieval y el arte y la literatura de la Valencia del siglo XV
S. Golf. Valencia. Levante-Emv
“Materializando los vicios vomitados, expulsados del santuario» (en palabras de Joris-Karl Huysmans) desde lo alto de los edificios góticos vigilan, desde hace siglos, las gárgolas. A caballo entre la funcionalidad y el ornamento, entre la condena y la exaltación del pecado, entre la religiosidad y la superchería, en la Lonja de la Seda de Valencia -entre la Sala de Contratación y el Consolat del Mar- se contabilizan 28, obra del taller de los «pedrapiquers» encabezado por Pere Compte. Forman parte del lenguaje iconográfico de este inmueble Patrimonio de la Humanidad.
Las gárgolas eran, siguen siendo, desagües (forman parte de un sistema de drenaje para salvaguardar los tejados de las lluvias torrenciales) pero en ellas volcaron los «mestres» de la piedra su arte escultórico. Su observación en detalle revela una talla muy detallista, preciosista. Posiblemente las que rematan el edificio lleven la firma de Compte pero los expertos apuntan a un trabajo más bien colectivo. Las del Consolat son posteriores, alrededor de medio siglo.
Allá en lo alto, las gárgolas de la Lonja encierran todo un mundo, reflejo de la época -el medioevo, con sus costumbres más cotidianas y su superstición más profunda- y con una enorme y evidente influencia no sólo de la calle sino de la literatura y la pintura del siglo XV. Los especialistas que han estudiado el significado de las figuras -Salvador Aldana, Isabel Mateo, Santiago Sebastián- destacan la indudable influencia de obras clásicas como El Libro de las Maravillas de Juan de Mandeville, la Crónica Mundi de Schedel, la Historia Naturalis de Plinio y otros bestiarios, pero también de los libros de caballería o los lienzos de El Bosco.
distintos grupos temáticos. Podría hablarse de distintas temáticas, o grupos. Abundan los animales, bestias y monstruos; a veces representados sin más (caso del águila), otras veces humanoides, en muchas ocasiones relacionados con humanos y a menudo con lectura alegórica. Es el caso de los reptiles -que, enlazados a cuerpos humanos, parecen ser representaciones de la lujuria- o, curiosamente, los caracoles. Las figuras humanas suelen encarnar perfiles de la época pero en personajes anónimos -entre los que no se escapan los clérigos- aunque la excepción es un Sansón luchando contra el león, una figura bíblica que se repite en dos ocasiones en otros elementos ornamentales de la propia Lonja.
Uno de los motivos más repetidos, y que más llama la atención, es el sexo, sobre todo por la forma explícita y, en ocasiones, obscena, en que se muestra. Figuras como hombres o medio bestias introduciendo su pene en un jarrón -otro símbolo recurrente-, gestos abiertos con la mano en los genitales (incluso monjes), mujeres desnudas acariciándose… En otras ocasiones se alcanza lo escatológico (el niño al que un genio carga sobre sus hombros ayudándole a evacuar, actitud repetida en una de las fachadas).
Los expertos barajan distintas teorías. La mayor parte se inclina a pensar -dada la religiosidad imperante y los motivos cristianos y marianos que jalonan la decoración del edificio aun siendo civil- que se trata de críticas moralizantes a ese ambiente pecaminoso tallado en piedra pero algunos otros consideran que no hay censura sino mera recreación mundana. En cualquier caso, el atrevimiento y la casi total ausencia de censura alcanza su cota máxima en las gárgolas. Según la teoría de algunos, por la elevada altura a que se encuentran, hecho que dificultaría que los ciudadanos de entonces pudieran extraer de ellas cualquier lectura ejemplarizante.
En cualquier caso, hay en la Lonja -el templo de los mercaderes, de los mercaderes cristianos- un mundo real y un mundo fantástico de alegorías y leyendas que también puede encontrarse en otros edificios de la época y que remite, especialmente, a Notre Dame de París.
rasgos visibles gracias a la restauración. La restauración que se está llevando a cabo en el monumento, por fases, desde el año 2002 ha devuelto también claridad a los rasgos y detalles de las gárgolas, desdibujados por efecto del paso del tiempo, las inclemencias meteorológicas y la polución igual que el resto del monumento. Los mensajes tallados en la piedra se mantienen a lo alto, a la espera de ser descifrados o sólo admirados.