Mayor1
Participativ@
Los conductores que sobrepasen en 1 km/h la velocidad permitida serán multados
LA NORMA, EN VIGOR EN 2010, NO RESPETA EL MARGEN DE ERROR DE LOS RADARES
Aquel conductor que rebase en un kilómetro por hora la velocidad máxima permitida en un tramo puede ser multado. Además, la nueva Ley de Seguridad Vial, que entrará en vigor el segundo trimestre de 2010, no tiene en cuenta el margen de error de los radares, así como tampoco contempla que el conductor pueda recurrir la sanción ante un órgano superior. El mal menor será asumirla y pagarla en un plazo inferior a 15 días, lo que reducirá la cuantía en un 50 por ciento.
El pasado 18 de junio, el Congreso de los Diputados aprobó la nueva Ley de Seguridad Vial con dos votos en contra y la abstención del Partido Popular. Las principales asociaciones que defienden al conductor, como Automovilistas Europeos Asociados (AEA) o el Comisariado Europeo del Automóvil (CEA), además de la blogosfera dedicada al volante, han criticado con dureza lo que consideran una norma eminentemente recaudadora que, no obstante, ejerce la tolerancia cero con el infractor. El problema reside en que ese marcaje al conductor acarreará multas para quien apenas rebase la legalidad vial y, lo que es más grave, para muchos que ni siquiera lo hagan.
Sobrepasar en un kilómetro por hora la velocidad máxima permitida en una vía será sancionado con 100 euros -falta grave-. Es decir, circular a 121 kilómetros por hora por una autovía será castigado. Pero este no es el mayor de los reproches del mundo del motor, y que en unos meses afectará al conductor de a pie. La actual -dentro de unos meses antigua- Ley de Seguridad Vial respeta el margen de error de los radares. El del más utilizado en España, llamado Multanova, está establecido en el 10 por ciento: un 5 por ciento respecto al velocímetro del coche y el otro 5 del propio radar, según el fabricante. Esta "suerte" hará que los conductores puedan ser multados sin haber cometido infracción alguna, ignorando así las normas vigentes en materia de metrología y aparatos de medicion.
Procedimiento sancionador
Las multas tendrán tres cuantías tipo: 100 euros, las leves; 300, las graves; y 600, las muy graves, aunque estas cantidades podrán incrementarse en un 30 por ciento "en atención a la gravedad y trascendencia del hecho, a los antecedentes del infractor y su condición de reincidente, al peligro potencial creado para él mismo y para los demás usuarios de la vía y al criterio de proporcionalidad". La Ley pretende favorecer el pronto pago de las multas, por lo que contempla distintas fórmulas para que el conductor responda con agilidad al castigo, como la posibilidad de hacerlo con tarjeta de crédito en el mismo momento en el que se recibe. Además, aquellos conductores que paguen en un plazo inferior a 15 días veran reducida la cuantía en un 50 por ciento. Pero estas facilidades esconden en su letra pequeña el segundo punto caliente de la norma.
El conductor "deberá abonar la falta o negarse a hacerlo sin conocer si hay pruebas fehacientes e irrefutables en su contra", como denuncia en un comunicado el Comisariado Europeo del Automóvil. El denunciado no tendrá derecho a formular un recurso de alzada, como reza el derecho administrativo español, ante un organismo jerárquicamente superior. Además, la nueva Ley de Seguridad Vial establece que habrá sólo un aviso para informar de la sanción, vía correo electrónico u ordinario. Con esto, el conductor pierde el derecho a dos intentos de notificación en su domicilio como exige la Ley de Procedimiento Administrativo vigente.
Por último, el procedimiento sancionador responsabiliza subsidiariamente a los propietarios de los vehículos, aunque no hayan sido los conductores infractores, al pago de las multas. En caso de negarse a pagar, estas personas se verán imposibilitadas para hacer cualquier trámite en Tráfico, como la venta de un coche o gestiones referentes al permiso de circulación. Si las autoridades comprueban que se ha mentido en la identidad del infractor, el conductor habitual o en su defecto el propietario del vehículo tendrá que pagar el doble de la cuantía originaria de la multa si esta es leve y el triple si es grave o muy grave.
La multa estrella y el Senado
Todo el dinero que se recaude procedente de multas se ingresará en una cuenta única y se destinará de forma íntegra a "actuaciones y servicios" dirigidos a mejorar la seguridad vial y a la prevencion de accidentes, como la mejora de la señalización o la neutralización de los puntos negros en carretera. Este fondo crecerá en gran medida gracias a aquellos conductores cuyos vehículos dispongan de inhibidores de radar u otros mecanismos encaminados a eludirlos, ya que deberán abonar 6.000 euros y 20.000 los talleres que instalen estos dispositivos. En este sentido, tratar de burlar los dispositivos de vigilancia del tráfico supondrá la multa estrella, dada la cada día mayor generalización y necesaria reducción de aparatos que anulan el trabajo del Estado y de la Direccion General de Tráfico.
Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados, declaró a EL IMPARCIAL nada más conocer el contenido de la norma que la ley persigue la "recaudación". En la misma línea, Arnaldo dijo que "la seguridad vial debe tener presupuestos propios y no estar supeditada a la recaudación". Emilio Olabarría (PNV), presidente de la Comisión de Seguridad Vial en el Congreso de los Diputados, afirmó que "raya lo inconstitucional" y manifestó su indignación ante la supresión del margen de error de los radares.
En el tercer aniversario del carné por puntos, los conductores ya conocen nuevas medidas que pacificarán la circulación pero caldearán los ánimos, como ya los ha caldeado la norma sin haber entrado en vigor. Perder de vista el velocímetro será, más que nunca, un error que puede costar caro -como mínimo 100 euros. Sin embargo, aún no se ha dicho la última palabra sobre la polémica nueva ley, ya que el texto se encuentra en el Senado y puede sufrir modificaciones. La reforma entrará en vigor a los seis meses de su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE), es decir, en el segundo trimestre de 2010, si se cumplen los plazos previstos. Será entonces cuando conozcamos el documento final y si debemos circular con un ojo en la carretera y otro en el velocímetro.
LA NORMA, EN VIGOR EN 2010, NO RESPETA EL MARGEN DE ERROR DE LOS RADARES
Aquel conductor que rebase en un kilómetro por hora la velocidad máxima permitida en un tramo puede ser multado. Además, la nueva Ley de Seguridad Vial, que entrará en vigor el segundo trimestre de 2010, no tiene en cuenta el margen de error de los radares, así como tampoco contempla que el conductor pueda recurrir la sanción ante un órgano superior. El mal menor será asumirla y pagarla en un plazo inferior a 15 días, lo que reducirá la cuantía en un 50 por ciento.
El pasado 18 de junio, el Congreso de los Diputados aprobó la nueva Ley de Seguridad Vial con dos votos en contra y la abstención del Partido Popular. Las principales asociaciones que defienden al conductor, como Automovilistas Europeos Asociados (AEA) o el Comisariado Europeo del Automóvil (CEA), además de la blogosfera dedicada al volante, han criticado con dureza lo que consideran una norma eminentemente recaudadora que, no obstante, ejerce la tolerancia cero con el infractor. El problema reside en que ese marcaje al conductor acarreará multas para quien apenas rebase la legalidad vial y, lo que es más grave, para muchos que ni siquiera lo hagan.
Sobrepasar en un kilómetro por hora la velocidad máxima permitida en una vía será sancionado con 100 euros -falta grave-. Es decir, circular a 121 kilómetros por hora por una autovía será castigado. Pero este no es el mayor de los reproches del mundo del motor, y que en unos meses afectará al conductor de a pie. La actual -dentro de unos meses antigua- Ley de Seguridad Vial respeta el margen de error de los radares. El del más utilizado en España, llamado Multanova, está establecido en el 10 por ciento: un 5 por ciento respecto al velocímetro del coche y el otro 5 del propio radar, según el fabricante. Esta "suerte" hará que los conductores puedan ser multados sin haber cometido infracción alguna, ignorando así las normas vigentes en materia de metrología y aparatos de medicion.
Procedimiento sancionador
Las multas tendrán tres cuantías tipo: 100 euros, las leves; 300, las graves; y 600, las muy graves, aunque estas cantidades podrán incrementarse en un 30 por ciento "en atención a la gravedad y trascendencia del hecho, a los antecedentes del infractor y su condición de reincidente, al peligro potencial creado para él mismo y para los demás usuarios de la vía y al criterio de proporcionalidad". La Ley pretende favorecer el pronto pago de las multas, por lo que contempla distintas fórmulas para que el conductor responda con agilidad al castigo, como la posibilidad de hacerlo con tarjeta de crédito en el mismo momento en el que se recibe. Además, aquellos conductores que paguen en un plazo inferior a 15 días veran reducida la cuantía en un 50 por ciento. Pero estas facilidades esconden en su letra pequeña el segundo punto caliente de la norma.
El conductor "deberá abonar la falta o negarse a hacerlo sin conocer si hay pruebas fehacientes e irrefutables en su contra", como denuncia en un comunicado el Comisariado Europeo del Automóvil. El denunciado no tendrá derecho a formular un recurso de alzada, como reza el derecho administrativo español, ante un organismo jerárquicamente superior. Además, la nueva Ley de Seguridad Vial establece que habrá sólo un aviso para informar de la sanción, vía correo electrónico u ordinario. Con esto, el conductor pierde el derecho a dos intentos de notificación en su domicilio como exige la Ley de Procedimiento Administrativo vigente.
Por último, el procedimiento sancionador responsabiliza subsidiariamente a los propietarios de los vehículos, aunque no hayan sido los conductores infractores, al pago de las multas. En caso de negarse a pagar, estas personas se verán imposibilitadas para hacer cualquier trámite en Tráfico, como la venta de un coche o gestiones referentes al permiso de circulación. Si las autoridades comprueban que se ha mentido en la identidad del infractor, el conductor habitual o en su defecto el propietario del vehículo tendrá que pagar el doble de la cuantía originaria de la multa si esta es leve y el triple si es grave o muy grave.
La multa estrella y el Senado
Todo el dinero que se recaude procedente de multas se ingresará en una cuenta única y se destinará de forma íntegra a "actuaciones y servicios" dirigidos a mejorar la seguridad vial y a la prevencion de accidentes, como la mejora de la señalización o la neutralización de los puntos negros en carretera. Este fondo crecerá en gran medida gracias a aquellos conductores cuyos vehículos dispongan de inhibidores de radar u otros mecanismos encaminados a eludirlos, ya que deberán abonar 6.000 euros y 20.000 los talleres que instalen estos dispositivos. En este sentido, tratar de burlar los dispositivos de vigilancia del tráfico supondrá la multa estrella, dada la cada día mayor generalización y necesaria reducción de aparatos que anulan el trabajo del Estado y de la Direccion General de Tráfico.
Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados, declaró a EL IMPARCIAL nada más conocer el contenido de la norma que la ley persigue la "recaudación". En la misma línea, Arnaldo dijo que "la seguridad vial debe tener presupuestos propios y no estar supeditada a la recaudación". Emilio Olabarría (PNV), presidente de la Comisión de Seguridad Vial en el Congreso de los Diputados, afirmó que "raya lo inconstitucional" y manifestó su indignación ante la supresión del margen de error de los radares.
En el tercer aniversario del carné por puntos, los conductores ya conocen nuevas medidas que pacificarán la circulación pero caldearán los ánimos, como ya los ha caldeado la norma sin haber entrado en vigor. Perder de vista el velocímetro será, más que nunca, un error que puede costar caro -como mínimo 100 euros. Sin embargo, aún no se ha dicho la última palabra sobre la polémica nueva ley, ya que el texto se encuentra en el Senado y puede sufrir modificaciones. La reforma entrará en vigor a los seis meses de su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE), es decir, en el segundo trimestre de 2010, si se cumplen los plazos previstos. Será entonces cuando conozcamos el documento final y si debemos circular con un ojo en la carretera y otro en el velocímetro.
