MANTEIRO
timid@
Me entristece un poco que haya caravanistas que cuando los hijos se hacen mayores optan por abandonar el campismo, ponen a la venta la caravana y más o menos resignados renuncian a este mundillo. Respeto lo que decida cada uno, pero comento mi experiencia. Nosotros tenemos un hijo de 19 y desde que nació hasta los 17 siempre nos acompañó en todas las salidas, cuando menos en los viajes largos en vacaciones. El verano pasado nos dijo que chao-chao y que se largaba con sus pandilla (como es natural, ley de vida), y reconozco que nos dio algo de yuyo irnos solos 20 días, aunque al final lo llevamos bastante bien, pero reconozco que diferente. Este verano era el segundo año y ya mucho más aclimatados. Es como volver a cuando íbamos de camping de jóvenes, pero ahora con 50 tacos. Son etapas de la vida.