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- Iniciador del tema JUASUA
- Fecha de inicio
JUASUA
Isu takasiyana
Este joven acróbata rompe todas las leyes de la física
Este joven acróbata rompe todas las leyes de la física
Durante el Campeonato Mundial del 2013, en su actuación hizo un par de saltos mortales que simplemente parecían de otro mundo, como si el muchacho no estuviera sujeto a la ley de gravedad.
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Este joven acróbata rompe todas las leyes de la física
Durante el Campeonato Mundial del 2013, en su actuación hizo un par de saltos mortales que simplemente parecían de otro mundo, como si el muchacho no estuviera sujeto a la ley de gravedad.
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[emoji240]??*
JUASUA
Isu takasiyana
Las rosas
Las rosas
Un discípulo, le realiza la siguiente pregunta a su maestro, un viejo tan sabio, como lo refleja su cabellera blanca. El discípulo se dirige a el, sin saber que su respuesta, lo dejaría impactado.
-¿Que es el hombre y la mujer, y que propósito tiene su existencia?
El maestro, lo dirige por la mano, hacia el jardín, que el discípulo observaba, como antes de cada lección, su maestro regaba toda mañana.
Y le menciona, antes de cada lección, toda mañana has fijado tu atención, que mi labor primordial, es regar y cuidar de cada rosa de mi jardín.
El discípulo movió afirmativamente la cabeza dando a entender que era verdad.
Prosiguió el maestro diciendo. El mundo es un jardín, y el hombre su jardinero, cada mujer del mundo, son las rosas de ese jardín. Las hay de distintas formas, tamaños y colores, pero son rosas al fin. La labor de todo jardinero, es cuidar de cada una de ellas, siendo esa labor, la primordial de su existencia.
Cuando los jardineros (los hombres) decide elegir una rosa, para llevarla a su hogar, la esta privando de su entorno natural, por tal razón, el cuidado que debe de brindarle, debe de realizarlo, con mayor atención aún.
Si antes la regaba por las mañanas, ahora deberá de preocuparse aún más, que el agua no le falte a la rosa.
El discípulo, completamente en silencio, sigue escuchando a su maestro, el cual pasa a explicarle.
Que cuando el hombre, toma a una mujer por esposa, la esta privando de su entorno natural (ese hogar donde fue formada, amada y cuidada por sus padres). Por tal razón, es de suma importancia, que el cuidado que ahora debe de brindarle, debe ser lo primordial para el. Solo así, evitará que su rosa se marchite.
Las mujeres, son las rosas del jardín del mundo, bellas y primorosas, y usted caballero, es el que debe de cuidarla, amarla, respetarla y evitar que se marchite, como de una rosa cuida su jardinero.
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Las rosas
Un discípulo, le realiza la siguiente pregunta a su maestro, un viejo tan sabio, como lo refleja su cabellera blanca. El discípulo se dirige a el, sin saber que su respuesta, lo dejaría impactado.
-¿Que es el hombre y la mujer, y que propósito tiene su existencia?
El maestro, lo dirige por la mano, hacia el jardín, que el discípulo observaba, como antes de cada lección, su maestro regaba toda mañana.
Y le menciona, antes de cada lección, toda mañana has fijado tu atención, que mi labor primordial, es regar y cuidar de cada rosa de mi jardín.
El discípulo movió afirmativamente la cabeza dando a entender que era verdad.
Prosiguió el maestro diciendo. El mundo es un jardín, y el hombre su jardinero, cada mujer del mundo, son las rosas de ese jardín. Las hay de distintas formas, tamaños y colores, pero son rosas al fin. La labor de todo jardinero, es cuidar de cada una de ellas, siendo esa labor, la primordial de su existencia.
Cuando los jardineros (los hombres) decide elegir una rosa, para llevarla a su hogar, la esta privando de su entorno natural, por tal razón, el cuidado que debe de brindarle, debe de realizarlo, con mayor atención aún.
Si antes la regaba por las mañanas, ahora deberá de preocuparse aún más, que el agua no le falte a la rosa.
El discípulo, completamente en silencio, sigue escuchando a su maestro, el cual pasa a explicarle.
Que cuando el hombre, toma a una mujer por esposa, la esta privando de su entorno natural (ese hogar donde fue formada, amada y cuidada por sus padres). Por tal razón, es de suma importancia, que el cuidado que ahora debe de brindarle, debe ser lo primordial para el. Solo así, evitará que su rosa se marchite.
Las mujeres, son las rosas del jardín del mundo, bellas y primorosas, y usted caballero, es el que debe de cuidarla, amarla, respetarla y evitar que se marchite, como de una rosa cuida su jardinero.
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JUASUA
Isu takasiyana
Bueno lo importante es que hayáis disfrutado y descansado.
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nonotoela
hablador
AntonioPF
hablador
Levantántome hace un poco de ella....Jeje[emoji12] [emoji12] [emoji12]
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««Nos vemos..., y si no nos vemos..., que nos recordemos»»
Sandakan
Raúl - Sandakan
En casa haciendo los preparativos para salir mañana y atentos al foro
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JUASUA
Isu takasiyana
Muy bien Raúl, que tengáis buen viaje mañana y a disfrutar de las vacaciones.
JUASUA
Isu takasiyana
La juventud eterna no existe
La juventud eterna no existe
Muchos de nosotros añoramos nuestra niñez, desearíamos poder ser nuevamente niños, el poder equivocarnos y recibir una simple reprimenda, que nuestras preocupaciones sean sólo los estudios, o si el chico de al lado te miró, qué ropa lucirás, vivir despreocupadamente, sólo queriendo divertirnos, viendo el mundo con el alma y no con los ojos críticos del adulto.
Quizás la solución es para aliviar nuestra carga es aprender de ellos a gozar la vida, a vivirla, a dejar de pensar en el futuro, y volver a lo natural de la vida.
Ser adulto nos es tarea fácil y claro que deseamos ser jóvenes o niños eternamente, sólo que no puede ser, hay que aprender a ser adultos y tomar nuestras propias decisiones.
Muchas veces deseamos retroceder el tiempo y no tener tanto sufrimiento y responsabilidad en lo cotidiano. No es fácil ser adultos, pero debemos dejar pasar nuestra niñez, nuestra juventud y aprender a ser grandes madres, esposas y soporte de nuestras familias.
Dejar pasar la juventud es parte de nuestro crecimiento, es parte de la vida misma, debemos aprender a sobrevivir entre las tristezas y alegrías, nada es para siempre.
No debemos tener miedo a la edad, son etapas diferentes y cada una de ellas viviremos situaciones diferentes.
Cuando el amor de adulto nos llegue a nuestra vida para habitar nuestro corazón deberemos aprender a llevar nuestros años con dignidad. No tener miedo a la vejez, son años dorados que nos traerá una paz muy bella, en paz con la vida, con los que nos aman y con los que confiaron en nosotros.
En la juventud, sin duda, vivimos los mejores años de nuestras vidas, donde se tejerán o se tejieron los mejores sueños, sólo que como todo en la vida, los años pasan y debemos aprender a enfrentar nuestra vida de adultos.
La vida no es comprada, sólo prestada, de nosotros depende como vivirla.
Mientras el corazón sea joven, lo seguiremos siendo, la vejez entra cuando dejas de luchar, cuando ya no tienes la capacidad de amar, de sonreír. Saber envejecer es la obra maestra de la vida, y una de las cosas más difíciles en el dificilísimo arte de la vida.
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La juventud eterna no existe
Muchos de nosotros añoramos nuestra niñez, desearíamos poder ser nuevamente niños, el poder equivocarnos y recibir una simple reprimenda, que nuestras preocupaciones sean sólo los estudios, o si el chico de al lado te miró, qué ropa lucirás, vivir despreocupadamente, sólo queriendo divertirnos, viendo el mundo con el alma y no con los ojos críticos del adulto.
Quizás la solución es para aliviar nuestra carga es aprender de ellos a gozar la vida, a vivirla, a dejar de pensar en el futuro, y volver a lo natural de la vida.
Ser adulto nos es tarea fácil y claro que deseamos ser jóvenes o niños eternamente, sólo que no puede ser, hay que aprender a ser adultos y tomar nuestras propias decisiones.
Muchas veces deseamos retroceder el tiempo y no tener tanto sufrimiento y responsabilidad en lo cotidiano. No es fácil ser adultos, pero debemos dejar pasar nuestra niñez, nuestra juventud y aprender a ser grandes madres, esposas y soporte de nuestras familias.
Dejar pasar la juventud es parte de nuestro crecimiento, es parte de la vida misma, debemos aprender a sobrevivir entre las tristezas y alegrías, nada es para siempre.
No debemos tener miedo a la edad, son etapas diferentes y cada una de ellas viviremos situaciones diferentes.
Cuando el amor de adulto nos llegue a nuestra vida para habitar nuestro corazón deberemos aprender a llevar nuestros años con dignidad. No tener miedo a la vejez, son años dorados que nos traerá una paz muy bella, en paz con la vida, con los que nos aman y con los que confiaron en nosotros.
En la juventud, sin duda, vivimos los mejores años de nuestras vidas, donde se tejerán o se tejieron los mejores sueños, sólo que como todo en la vida, los años pasan y debemos aprender a enfrentar nuestra vida de adultos.
La vida no es comprada, sólo prestada, de nosotros depende como vivirla.
Mientras el corazón sea joven, lo seguiremos siendo, la vejez entra cuando dejas de luchar, cuando ya no tienes la capacidad de amar, de sonreír. Saber envejecer es la obra maestra de la vida, y una de las cosas más difíciles en el dificilísimo arte de la vida.
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